La despoblación en el medio rural soriano es alarmante.


REPORTAJES
Actualizado 21/01/2018 09:46:55

Los datos del Instituto Nacional de Estadística vuelven en enero para arrojar otra dura losa sobre la provincia. Soria pierde 1.137 habitantes en un año. 128 de sus 181 municipios ven mermados sus censos. En los últimos 6 años la media de perdida población supera l.000 habitantes. Hoy somos 3 sorianos menos que ayer.

Siete años consecutivos de contracción demográfica, o lo que es lo mismo, de una sangría poblacional cuya tendencia apunta a que seguirá en aumento. Los últimos datos del Padrón Municipal muestran la dura pero cristalina realidad, a fecha 1 de enero de 2018 Soria tiene 88.903 habitantes, 1.137 menos que doce meses antes. La provincia pierde una media de 94 vecinos al mes, 23 a la semana y 3 al día.

Desde el año 2010, cuando la población de la provincia registraba 95.258 habitantes, se han perdido 6.355 residentes. Los pueblos se vacían y la capital, que registra 38.881 vecinos, no escapa de la hemorragia generalizada. Sólo quedan 11 municipios por encima de los 1.000 habitantes y en 110 localidades viven menos de 100.

Durante los últimos doce meses 128 municipios sorianos han perdido población, si excluimos a la capital llaman la atención los casos de Ólvega, que pierde 40 vecinos, Arcos de Jalón, que reduce su población en 87 personas y Almazán que, por uno u otro motivo, ha dicho adiós a 122 sorianos. Tres casos de comarcas muy distantes y completamente diferentes, algo que demuestra que ni el pueblo más industrializado de Soria puede luchar fácilmente contra la mayor lacra de la actualidad.

TODAVÍA HAY EXCEPCIONES
Aún así, todavía existen casos que ayudan a disimular las estadísticas. 20 pueblos han conseguido este año mantener el número de habitantes censados y 33 han conseguido cerrar el ejercicio en positivo.
Golmayo, con 42 nuevos empadronamientos es, sin duda, el caso más llamativo. Aunque, para no faltar a la verdad, habría que señalar que la mayoría de estos nuevos vecinos residen en la urbanización de Camaretas, y parece irremediable relacionar directamente este crecimiento a la pérdida de población de otros muchos pueblos.

Aún así, el golmayense no es un caso aislado. Destacan también los de Langa de Duero, que ha sumado 13 habitantes, y Almarza, que supera los 600 vecinos con 14 inscripciones en el padrón. Alconaba y La Póveda son dos de los pueblos que mantienen la cifra de 2017, además, ambos lo hacen por encima de los 100 vecinos, con 191 y 114 respectivamente. Auténticos oasis ejemplificadores del mito numantino de resistencia ante un desierto poblacional en continua expansión.

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