Las bajas temperaturas, el incómodo y frío viento, la lluvia, la odiosa contaminación, la falta de sol... Todo ello debilita tu piel, la paga y la vuelve más seca y áspera. Así, en invierno, los rostros aparecen más apagados y mucho menos jugosos. Lo detalla Lorena Martínez en su artículo.
Para recuperar la belleza de tu piel en invierno hazte una buena limpieza de cutis. Así conseguirás que las bases de maquillaje y las cremas que usas para mejorarla hagan su efecto comenzando con la piel desde cero, dejando atrás los excesos anteriores. Notarás cómo los productos son más efectivos e incluso cunden mucho más.
Todo dependerá un poco de tu tipo de piel. En el caso de que tu piel sea seca, elige una mascarilla hidratante capaz de recuperar la elasticidad y la jugosidad de ésta.
Si es sensible, puedes usar una mascarilla que sea una calmante con toques de manzanilla, agua termal o aloe vera; y si tienes el cutis graso con tendencia al acné, lo mejor será un ritual de limpieza diario eficaz y constante y tu mejor elección será una mascarilla purificante.
Un par de veces por semana, antes de acostarte, sigue el ritual de belleza aplicándote la mascarilla. Después, limpia el rostro con un tónico y utiliza tu crema de noche habitual. Deja descansar toda la noche tu piel libre de maquillajes y verás lo purificada que amanece al despertarte.
En invierno, la piel necesita una mayor aportación de agua. Ya lo sabes: la consigues a través de cremas hidratantes y nutritivas. Pero si tus poros están cerrados o sucios, no te servirá de nada porque no podrán penetrar en ellos. Por eso es importante que, al menos una vez a la semana, uses un exfoliante que limpie tus poros en profundidad. Elige uno con Alfahidroxidos o con urea, que elimine las capas secas de la piel.
Una rutina diaria debe ser muy estricta en su consecución. Por la mañana, limpia e hidrata con una crema acorde a tu piel. Y, por la noche, desmaquilla, usa un tónico y, después, tú nutritiva habitual. También puedes aplicarte un vigorizante que ilumine tu piel si la notas apagada.
Aunque haga frío, aplícate una base de maquillaje que lleve un filtro solar ligero. El sol en esta época también puede hacerte mucho daño. Con la llegada del frío polar, el cambio climático se refleja nuestra piel que tiene que soportar no solo el frío, sino también los bruscos cambios de temperatura cuando pasamos de lugares con calefacción a la calle. Ya sea tu rostro graso, mixto o seco, todos los cutis lo sufren de igual manera. Y es que el frío produce que los vasos sanguíneos de la cara se contraigan. Las venitas del rostro circulan con menos oxígeno y nutrientes, y provocan que la piel se reseque y deshidrate. A veces notamos zonas enrojecidas, con descamación y picor debido a esta deshidratación.
Los siguientes consejos te ayudarán a conseguir una piel de ensueño.
Usa cremas, o leches hidratantes en el rostro al menos 2 veces al día. Así no notarás la característica tirantez en mejillas y frente provocada por la deshidratación. Por la noche, una buena nutritiva siempre adecuada tu tipo de piel. No olvides el resto del cuerpo. Aplica al salir de la ducha una nutritiva, e incide en las manos, donde la piel es más fina, con una específica de manos, que aportará los lípidos que necesita para estar suave y saludable. Elige cremas con vitaminas A, B y C, minerales, ácidos grasos y lácticos, y aloe vera, entre otros. Es recomendable que huyas de jabones de tocador perfumados o de colores, porque destruyen las defensas de la piel; y compra jabones y geles neutros, con vitaminas, frutas, semillas...
Para tus labios, que también hay que cuidar, usa un bálsamo rico en vitamina e, que es antioxidante, para que no se resequen. Y si además de lucir una piel de escándalo quieres no resfriarte, las vitaminas serán tus aliadas.