El secretario general de la Consejería de la Presidencia, José Manuel Herrero, se ha reunido esta semana con la representante del Comité Español de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina, UNRWA, para trasladarle el compromiso del Gobierno autonómico de seguir colaborando para mitigar los efectos de crisis cronificadas.
Raquel Martí, representante de la UNRWA, ha informado al secretario general de la difícil situación del contexto así como del resultado de las diferentes intervenciones financiadas por la cooperación de Castilla y León. De manera especial, ha destacado la distribución de los equipamientos infantiles en cinco campos de refugiados gestionados por UNRWA en Siria que se llevó a cabo durante el año 2017.
Además, ha hecho hincapié en los más de 13 millones de personas que persisten con necesidades de intervención humanitaria en un país arrasado y ha solicitado el mantenimiento del compromiso del apoyo de la Junta de Castilla y León con los refugiados palestinos.
Herrero ha manifestado el compromiso institucional, alineado con la Oficina Española de Acción Humanitaria, de seguir apoyando acciones destinadas a mitigar las consecuencias de las crisis cronificadas, entre ellas la de Siria, y le ha trasladado el compromiso de la Junta de Castilla y León de seguir colaborando con la UNRWA.
La UNRWA tiene entre sus fines prestar asistencia a la población refugiada de Palestina en distintos territorios, incluida Siria, donde gestionaban nueve campos de refugiados, 118 escuelas primarias, un centro de formación profesional, 23 clínicas de salud primaria y seis centros de rehabilitación comunitaria, por lo que cuenta con amplia experiencia en el trabajo con refugiados en ese territorio. Dada la actual situación de conflicto armado, la UNRWA se ha visto en la necesidad de atender no solo a la población refugiada de Palestina, sino también a la población siria afectada más vulnerable.
La Junta de Castilla y León lleva colaborando con la UNRWA desde 2013 en el desarrollo de diversas acciones como la entrega de material infantil o de equipos de higiene de primera necesidad en los campos de refugiados, a fin de prevenir la propagación de enfermedades contagiosas entre la población más vulnerable, y con la distribución de alimentos preparados.
La Junta de Castilla y León lleva prestando ayuda a los refugiados derivados del conflicto en Siria desde 2013. Las acciones desarrolladas han estado enfocadas principalmente hacia la asistencia alimentaria y nutricional y al acceso al agua potable y a condiciones higiénicas y sanitarias, priorizando siempre las intervenciones sobre la infancia y los colectivos más vulnerables. Las ayudas concedidas buscan paliar la situación que se está viviendo en los campos de refugiados, a la espera de la resolución y pacificación del conflicto armado.
Hasta la fecha se han destinado 457.000 euros por parte de la Junta de Castilla y León para atender la crisis humanitaria Siria, considerada por la comunidad internacional como la peor de los últimos 60 años.
Tras casi siete años de conflicto, según estimaciones de Naciones Unidas, 4,9 millones de personas han abandonado el país y 6,3 millones se encuentran desplazadas internamente, de los que 2,8 millones son niños, lo que significa que Siria vive una de las mayores crisis de desplazamiento de personas de todo el mundo.
Más de 13 millones de personas necesitan ayuda humanitaria, incluidos 5,3 millones de niños de los que 1,2 millones viven en zonas de difícil acceso y 170.000 en zonas sitiadas. Además, 2,5 millones viven como refugiados en los países vecinos: Líbano, Jordania, Irak, Turquía y Egipto.