Siempre corriendo. Para coger el autobús, para llegar al trabajo, para hacer la compra, para hacer la comida, para no tener más de 15 minutos esperando a tu cita... Sientes que no tienes tiempo para nada, la mayoría de tus planes los tienes que dejar para mañana... Un artículo de Lorena Martínez.
Si te sientes identificada con alguna de las situaciones mencionadas, posiblemente estés padeciendo los estragos del estrés. La reacción que puede frenar esta espiral está en tu propio cuerpo, es momento de echar el freno y pararte a respirar.
Parece algo obvio y normal pero no estamos acostumbrados a hacerlo como deberíamos. Porque tomar aire no solo es la acción más imprescindible para que todo ser humano se mantenga con vida. Una respiración adecuada mejorará tu bienestar emocional y corporal, te ayudará a aliviar y superar el estrés diario y retrasará los efectos del envejecimiento piel.
Tras una correcta respiración se encuentra la increíble fuerza de vida que nos ayudará a revitalizar nuestro cuerpo, avanzar más rápido, crecer con más facilidad, reportarnos bienestar e incluso evitar ciertas enfermedades.
Incluso nos atreveríamos a decir que es posible aumentar tu belleza mediante la respiración. La respiración adecuada contribuye a acabar con el estrés, la depresión, los problemas de relación social o una ansiedad elevada, factores que pueden restar atractivo a una persona.
Si respiras de forma adecuada los beneficios serán muchos. A nivel emocional, te proporcionará un descenso de nuestro habitual estado de alerta constante del organismo, en momentos en los que es absolutamente innecesario tener actividad de sobreexcitación. Por otra parte, la falta de oxígeno en el organismo reduce nuestra actividad celular, acelera el envejecimiento prematuro, provoca pérdida de elasticidad y tono de la piel.
Un mayor aporte de oxígeno minimiza estos problemas tanto en su aplicación directa sobre la piel, o su inhalación en centros de estética y específicos de oxigenoterapia.
Tanto en tu casa como en tu día a día, simplemente utilizando la técnica de respiración adecuada, tus órganos internos recibirán un mayor aporte de oxígeno mejorando sus funciones.
La piel se volverá más suave y flexible. El estómago, que consume durante la digestión gran parte del oxígeno que recibimos, sintetizará mejor los alimentos y realizará mejores digestiones. Pero también se beneficia el sistema nervioso, incluyendo nuestro cerebro (que necesita tres veces más oxígeno que el resto de tus órganos), tus órganos abdominales y tu corazón, que reciben de forma natural un suave masaje con los movimientos del diafragma al respirar, algo que les resulta vital para su correcto funcionamiento.
Existen cuatro niveles de respiración que te ayudarán a oxigenar tu organismo y liberar tu mente. Indudablemente, con ello conseguiremos estar más sanos y más guapos. Respirar es beneficioso, efectivo y además es gratis. Para conseguir controlar nuestra respiración comienza por inspirar en respiración completa contando mentalmente uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho. Después contén la respiración contando hasta cuatro. Y por último espira contando mentalmente hasta 8 cómo hiciste en la inspiración. Repite el proceso hasta que seas capaz de estar con total tranquilidad y no sea un proceso demasiado incómodo. Cuando seas capaz de dominar este proceso anterior concéntrate en el siguiente. Inspira más rápido, contando mentalmente hasta cuatro. Contén la respiración contando otra vez hasta 4.
Finalmente, expira despacio contando hasta 8. En el siguiente paso, tienes que aspirar más profundo para luego ir soltando el aire necesario para llegar hasta 8. Y así, vas incrementando el número para ir controlando la respiración de manera más pausada.