De las múltiples carreteras que nos llevan hasta el Cañón del río Lobos, un Parque Natural de 25 km de recorrido por Soria y por Burgos, la más habitual es la N-122 a partir de El Burgo de Osma.
Santa María de las Hoyas, con partido judicial de El Burgo de Osma y cuyo término municipal también comprende la localidad de Muñecas, cuenta actualmente con una población de 113 habitantes. Destacan en la localidad dos elementos arquitectónicos y religiosos, la Ermita del Cristo de Miranda y la Iglesia de Santa María de las Hoyas. Si queremos contemplar vistas, se puede acceder en coche a un mirador llamado la ‘Muela del Castillo’, un paisaje bucólico a 1217 metros de altura desde el que se divisa un frondoso pinar y la Ermita del Cristo de Miranda.
La localidad se haya muy cerca del tramo central del Cañón del río Lobos y del llamado “Puente de los siete ojos”, que secciona el cañón en dos mitades. Sin duda un buen punto para comenzar nuestra ruta a pie con destino a la ruta de San Bartolomé.
El Cañón fue declarado parque natural en 1985, cuya característica más particular es la doble acción erosiva de desgaste. El resto del conjunto calizo se ha erosionado dejando un complejo de torcas, cuevas, simas y sumideros muy originales. En profundidad hay acuíferos y aguas subterráneas.
No podemos terminar esta ruta sin pasar por otros puntos importantes, como son la Cueva Grande y la Cueva de la Galiana Alta o Mirador de la Galiana. La primera es una gran oquedad en la piedra caliza, que alberga en su interior muestras de arte rupestre.
Lo más representativo es, sin duda, el buitre leonado, un ejemplar que podremos ver fácilmente durante prácticamente toda la visita. Sin embargo, también podríamos cruzarnos con diferentes tipos de águilas y de halcones, el ánade real o el martín pescador. También búhos o lechuzas. También es muy característico ver ardillas y conejos, y no tan frecuente cruzarse con otros que habitan la zona como corzos, jabalís o zorros. No podemos olvidarnos de especies de culebras de agua, lagartos, lagartijas y ranas. En cuanto a la flora, ante la diversidad de estratos del cañón, nos encontramos asociaciones florales intrínsecas.
Ermita del Cristo de Miranda. Aunque carece de fecha de fundación, todo parece indicar que fue construida en el siglo XIII, probablemente sobre algún edificio o mezquita árabe anterior. Destacan en su interior el retablo sobre el altar mayor, las columnas salomónicas y pinturas de la ciudad Santa y de la imagen del Cristo de Miranda en estilo románico.
Ermita de San Bartolomé. Situada sobre un meandro del río, y rodeado de naturaleza majestuosa que lo convierte en un lugar de admiración y descanso digno de fotografiar. De estilo románico, data del siglo XII y destaca por su colección de canecillos con enigmáticas figuras labradas en la piedra, y su notable rosetón con estrella de cinco puntas, hoy adoptado como logotipo del parque natural.
Mirador de la Galiana. Muy demandado para la espeleología, pero si deseamos simplemente acceder al “balconcillo”, debemos hacerlo a través de un pequeño sendero, llegando a una pequeña ventana natural en la roca desde la que contemplar unas vistas panorámicas de este espectacular paisaje.