El Gobierno de España –a través del FEGA, Fondo Español de Garantía Agraria, del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente- ha asignado a la provincia de Soria un total 160.000 kilos de alimentos para personas y familias en 2017. Así lo ha dado a conocer la delegada del Gobierno en Castilla y León, María José Salgueiro, quien ha señalado que Castilla y León recibía ahora 1.391.144 kilogramos de comestibles, valorados en 1.518.373 euros, en la tercera fase del Programa 2017. Con esta fase que se desarrolla este mes de marzo para dar continuidad al Programa, se completa el plan de 2017.
En este tercer período han llegado a Soria casi 60.000 kilos de comestibles por un importe de 65.000 euros. Un envío que la Cruz Roja y el Banco de los Alimentos, destinatarios directos en la provincia de estos productos, han hecho llegar, a través de sus intermediarios sociales, a 2.435 beneficiarios. La campaña de 2017 del Gobierno de España se concluye ahora donde capital y provincia han recibido alimentos por un valor cercano a los 150.000 euros.
El Plan de 2017, dotado con 95 millones de euros, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) ya puso en valor la implicación de España en la defensa de los programas comunitarios de ayuda alimentaria, a los que se incorporó desde su adhesión a la Unión Europea, participando en ellos, ininterrumpidamente, a partir de 1987.
El Programa de Ayuda Alimentaria a las personas más desfavorecidas de la UE tuvo su origen a finales de los años ochenta como consecuencia de las olas de frío que azotaron Europa en 1986 y 1987, afectando principalmente a la población más desfavorecida y con menos recursos.
Por ello, la Comisión Europea decidió hacer uso de los productos almacenados, consecuencia de las medidas de intervención de la Política Agraria Común, en los organismos de intervención de los Estados miembros, para transformarlos en alimentos destinados a las capas más desfavorecidas de la sociedad.
En España, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) ha venido implementando los planes de ayuda alimentaria desde el año 1987 de forma ininterrumpida.
El Programa de Ayuda Alimentaria a partir de 2015 se entronca en el nuevo marco financiero de la UE 2014–2020, por lo que se financia dentro de la política social y de cohesión de la Unión Europea, con cargo a un nuevo instrumento financiero como es el Fondo de Ayuda Europea para las Personas más Desfavorecidas (FEAD).
Este Fondo contempla, además, actuaciones para contribuir a la inclusión socio laboral de las personas desfavorecidas que reciben alimentos, de cuya implementación se encarga el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
En 2018 se prevé continuidad en las ayudas y el procedimiento, en función de los solicitantes de ayuda alimentaria.
Los alimentos que se distribuyen son de carácter básico, poco perecederos y de fácil transporte, adquiridos a través de licitaciones públicas; la ‘cesta de alimentos’ de esta tercera fase está compuesta por los siguientes productos: aceite de oliva, arroz blanco, cacao soluble, cereales infantiles, conservas de atún, conservas de sardinas en aceite vegetal, crema de verduras deshidratada, fruta en conserva sin azúcar añadido, galletas, garbanzos cocidos, judías verdes en conserva, leche de continuación en polvo, leche UHT, pasta alimenticia, tarritos infantiles de fruta, tarritos infantiles de pollo y tomate frito en conserva; una de las empresas suministradoras de alimentos –garbanzos cocidos- tiene su sede en la región, ‘Legumbres Luengo, S.A.’, de León.
En las provincias de Castilla y León, los alimentos se distribuyen desde los almacenes de Cruz Roja Española y la Federación Española de Banco de Alimentos como Organizaciones Asociadas de Distribución (OAD) a los más desfavorecidos a través de 454 Organizaciones Asociadas de Reparto (OAR).
Al finalizar las tres fases del Plan de 2017 se habrá distribuido a los más desfavorecidos de Castilla y León un total de 3,67 millones de kilos de alimentos, valorados en 3,5 millones de euros.