Ambas entidades renuevan el convenio de colaboración para el impulso de la creación de negocios o industrias y fomentar la cultura emprendedora.
Haciendo “todo lo posible” para el desarrollo de la provincia, la Caja Rural y la Cámara de Comercio e Industria de Soria han renovado el acuerdo de colaboración para el impulso a la creación de empresas y también para fomentar el espíritu emprendedor.
Un convenio que según el presidente de la cooperativa de crédito, Carlos Martínez Izquierdo, es “imprescindible” sobre todo por la “responsabilidad” que supone el alentar y acrecentar el tejido empresarial de la provincia.
En 2017, un convenio idéntico logró la creación de 56 empresas en la provincia, y donde la Caja aportó 500.000 euros para financiar estos proyectos que movilizaron un millón de euros. Además, la Cámara por su parte, intervino en la materialización de 117 empresas (incluidas las mencionadas) durante el ejercicio pasado.
Así, de las empresas que vieron la luz gracias a los fondos de la cooperativa de crédito, un 40% fueron en el medio rural, siendo impulsadas en un 54% de los casos por féminas. Un resultado que según Martínez se debe a “trabajar en una dirección conjunta”.
En idénticos términos se manifestaba Alberto Santamaría, presidente de la Cámara, señalando que la puesta “en común” de estos esfuerzos ha llevado a dar continuidad a mantener y acrecentar el tejido empresarial. Por ello ha agradecido a la Caja Rural las facilidades en el acceso a créditos para formalizar un negocio diciendo que “ser generoso siempre es rentable”.
La directora general de la Cámara, Nuria Sánchez, ha indicado que las dos dificultades más significativas que los emprendedores se encuentran a la hora de comenzar una iniciativa pasan por los elevados alquileres y el acceso a la financiación. Con todo, en la capital el Ayuntamiento ha articulado mecanismos para atenuar la primera de estas cuestiones mientras que la Caja ha hecho lo propio en el apartado económico.
Además, ha subrayado que la Cámara ejerce su actividad en el fomento de la actividad empresarial con la Ventanilla Única –con 260 consultas el año pasado-, el semillero de proyectos o los dos viveros de empresas (en la capital y en San Esteban de Gormaz) cuyas naves se encuentran ocupadas al completo. Por otro lado, en 2017 la entidad cameral atendió a 473 usuarios. Significar también que los proyectos en los que ha ofrecido sus servicios tienen una pervivencia un 20% mayor que los de la media española.
En cuanto al carácter de las empresas, el comercio y el sector servicios son las actividades que han contado con mayor número, siendo el segundo de los apartados el que se desarrolla con una mayor diferenciación ya que es preciso ofrecer servicios nuevos para lograr una diversificación más específica.
Domingo Barca, director de la Caja, ha señalado que uno de los factores del convenio hoy renovado pasa por una financiación que no requiere avales, con condiciones ventajosas en lo que respecta a los intereses en concepto de préstamos.
A preguntas de los periodistas sobre la situación comercial en la calle El Collado en la capital, Santamaría ha indicado que es preciso “buscar la fórmula” para conciliar los intereses de los propietarios y de quienes prevén establecer un negocio.
La existencia de un buen número de locales vacíos “no beneficia ni a unos ni a otros”, ha lamentado, apelando a la necesidad de encontrar “un punto de encuentro” que satisfaga los intereses de ambas partes.
Al hilo de estas afirmaciones, el dirigente cameral ha abogado por la apertura del comercio en días festivos, ya que el turismo está experimentando un aumento lo que requiere "adaptarse a las necesidades" de esta clientela que no es local.