Esta semana el comité de expertos decidirá los finalistas para anunciar las Fiestas de San Juan 2018. Antes, permítanme repasar algunos detalles que, probablemente, han pasado desapercibidos para la mayoría.
Pocas tradiciones más sorianas como dar la bienvenida a la primavera comentando los carteles de San Juan. Que si son todos iguales, que si cada año son peores, que si no me gusta ninguno, que si ya verás como se lo dan al amigo de alguno. Vamos, el típico optimismo soriano. A lo largo de esta semana el comité de expertos decidirá los 10 finalistas y el ganador saldrá por votación popular. Pero antes, me niego a dejar de hacer un comentario de los detalles que más me han llamado la atención de las 45 obras presentadas (puedes verlas todas aquí). Antes de nada decir que me han gustado la mayoría y mostrar mi respeto para todos los autores (de momento anónimos), que luego la gente se ofende enseguida. Al lio.
No sabemos si con intención o sin ella pero al autor de “Contraluz” (número 11) se le ha olvidado la corona en el escudo de Soria. Realmente el escudo de la capital no es elemento obligatorio y no aparece en la mayoría de los carteles, pero en este lo han dejado a medias.
“Colores sanjuaneros” es el cartel que más me gusta (seguramente traicionado por mi corazón peñista). Una serie de figuras poliédricas, cada una distinta como sucede en los sanjuanes, representa los sanjuaneros viendo la salida de La Saca. Los rombos y cuadrados van pintados de los colores de las 6 peñas sanjuaneras y ubicados cada uno en el lugar que le corresponde al chiringuito de su peña en Valonsadero, respetando también la tradicional y sana mezcolanza de peñistas estos días.
Sin duda de este se han dado cuenta, ya que está siendo de lo más comentado. “No me lo quito de la cabeza” (nº24) es de una composición preciosa aunque cuesta intuir el espíritu sanjuanero del mismo. Un punki de pelo azul que bien podría anunciar mejor carnavales o un festival de música. Pero sin duda lo que más llama la atención es el cerdo que sale de la cabeza del protagonista y que acompaña a los toros y al caballista. Sí, no cabe duda, se trata de un cerdo. ¿Por qué? Pues es la pregunta que todos nos hacemos. Tal vez sea el montapuercos de Clash Royale (los más jóvenes habrán entendido la broma) o un homenaje al torrezno pero no parece venir muy a cuento.
El número 16, “Fiestas monumentales”, muestra el monumento a los jurados de cuadrilla sobre una foto tratada del viernes de toros. El monumento fue inaugurado el 12 de junio de 1993 en la Plaza del Olivo y encargado por la Asociación Jurados de Cuadrilla. En este 25 aniversario el cartel quiere ser un homenaje “a cuantos hombres y mujeres han ejercido el cargo de jurado”.
Creo que todos hemos adivinado el autor de “Y se armó la Dios es Cristo” (nº 36). En el, 3 personas; Jesús, Juan y un toro y un dialogo entre ellos. No es muy habitual ver bocadillos y bromas en los carteles de fiesta pero este es el caso. “Maestro, ¿me transforma esta agua en vino para una movida que tenemos en Soria” pregunta el persona. “¡Eso está hecho Juan!” responde Jesús. Ustedes dirán pero a mí no me gusta aunque no descartaría que pasase el corte de los expertos. Por mucho cariño que le tenga al autor, servidor está chapado a la antigua y me gustan las cosas en su sitio.
Pero tampoco tanto como para que me guste “El corazón de La Saca”. El número 40 es el único que utiliza fotos pero esa originalidad no compensa su aroma caduco. 3 imágenes, una recortada de un toro, otra de la salida de la Saca y otra de la Chata vacía. Podría ser perfectamente el cartel de una corrida de toros o el cartel de las Fiestas de San Juan… de 1978.
“El arte de San Juan” me tiene a mi intrigado desde el primer momento que lo vi. En primer lugar por la estética, que parece más la de una manifestación que algo alegórico-festivo. Diseccionemos. Unas letras de graffiteras y una galería de arte donde una mujer, nada pizpireta, posa con una bota en la mato. Me dicen que los diseñadores en ocasiones buscan diseños rompedores y diferentes para ver si “suena la flauta”. No será el caso. Además el cuadro de un toro que, ojo cuidado, está colgado del revés. Tras la Guerra Civil los republicamos colgaban por detrás de los cuadros los retratos de sus familiares muertos o asesinados por el franquismo. Vale, igual se me está yendo la cabeza, pero necesito que alguien me explique este cartel.
Vale que en San Juan se bebe mucha cerveza pero aquí hablamos de una caña de pescar. O al menos eso parece. Se trata de Mosaico sanjuanero (el nº 45) que muestra todos los elementos fundamentales de las fiestas; música, vino, toros… con piñorras, jurados y peñistas (incluidos dos de la Poca Pena y el Cuadro dándose el lote). Pero hay una figura a la que no logro darle sentido. Se trata de una mujer, que parece en la primera ventana, sujetando algo que a mí solo me parece una caña. No parece un caso similar al del cerdo, por lo que seguramente será algo que no logro ver ¿qué puede ser?
Y por último uno de los carteles que también ha recibido más comentarios, mucho de ellos negativos. Un mosaico de ojos algo espeluznante que forma la cabeza de un toro. Pero muy pocos se han fijado que en uno de los ojos se pude ver el reflejo de una preciosa pintura de la roca de Valonsadero el jueves la Saca. Otro tiene forma de corazón. Tanto mirar y en ocasiones no somos consicentes de lo que vemos.
¿Y usted?¿Qué opina de los carteles?