Nos empeñamos en tomarla durante todo el año, pero es desde mediados de enero y hasta el verano, cuando las fresas están en su punto. Además de sus propiedades beneficiosas para la salud, las fresas suponen un plus para nuestra belleza. Un artículo de Lorena Martínez.
La temporada de fresas comienza a mediados del mes de enero y finaliza antes de los meses de verano. Son pocos meses en realidad, para una de las frutas más recomendables que existen, y es que beneficios para la salud como para la belleza no le faltan.
Entre otras cosas, las fresas son muy ricas en vitamina C. Una de las vitaminas principales para la luminosidad en nuestro rostro y la limpieza de nuestro cutis. La vitamina C es una delas claves para aclarar la piel oscurecida, e incluso difuminar las manchas de pigmentación que aparecen en ella.
Además, la vitamina C es una de las vitaminas más importantes para combatir ciertas enfermedades. Su contenido es tan importante que 100 gramos de esta fruta aportan la cantidad de vitamina C que un adulto sano necesita diariamente, que son 60 miligramos.
Ademas, si se toman con zumo de naranja o de limón, por ejemplo, esta dosis de vitamina C aumenta considerablemente a la vez que sus beneficios. El jugo de esta fruta es indispensable para tener una piel renovada y joven.
Asimismo, por su alto contenido de compuestos antioxidantes y agua, las fresas también son buenas aliadas para hidratar la piel de forma natural.
Su aprovechamiento se puede hacer mediante el consumo diario de jugo de fresas o bien mediante la aplicación de mascarillas. Para hacer una de estas mascarillas hay que utilizar cinco fresas y dos cucharadas de miel. Hay que escachar las fresas con un tenedor hasta hacer una pasta con una consistencia que se puedan manejar y mézclalo con dos cucharadas de miel. Puedes aplicarte la durante 15 minutos sobre la cara y luego retirarlo con agua tibia.
Si el problema son las ojeras, las fresas serán de mucha ayuda. Esta fruta tiene propiedades antiinflamatorias y reafirmantes que pueden mejorar el aspecto y el contorno de los ojos, cuando sufren de ojeras e incluso bolsas.
Puedes aplicar directamente una lámina de fresa cortada y bien fresquita sobre tu párpado durante unos 10 minutos, luego retira con un algodón empapado en agua y aplica tu contorno de ojos, o tu tratamiento antiojeras habitual. Puedes repetir esto dos veces por semana.
Otra faceta es su pobre dosis de carbohidratos. Es una fruta perfecta para las personas que padecen diabetes. Con yogurt es una combinación digestiva apta para todos, diabéticos incluidos, y visualmente se parece mucho a las tradicionales fresas con nata.
Su contenido en ácido elagico, un flavonoide con acción antioxidante, es otro punto que hay que tener en cuenta. Las fresas pueden ser un ingrediente perfecto en un gazpacho, sopa que tiene también un montón de ingredientes con acción antioxidante. Su ligereza no puede obviarse. Las fresas aportan 35 kilocalorías por cada 100 gramos. Cualquier fruta siempre será más ligera que un postre dulce, pero la ligereza de las fresas permite tomar las entidades notables sin desequilibrar la dieta.
Por ello es que la fresa es un fruto silvestre con muchas propiedades, y es muy utilizada en las dietas para adelgazar. Su enorme valor nutritivo, unido a sus bajas calorías, la convierte en un alimento más que recomendable, sin mencionar su excelente sabor. Una buena sugerencia cuando hay que controlar las dietas es incluirlas en la ensalada, incrementando así el valor nutritivo de estas. La fibra o el aporte mineral son otros puntos que remarcar, junto a su sabor.