Lo importante no es reconocer que nos la hemos saltado, sino identificar el por qué. Los consejos de Patricia Romero, nutricionista y dietista.
Si necesitas perder peso, reducir los niveles de colesterol, mejorar la gestión de la diabetes o llevar un embarazo saludable recuerda que el 95% del éxito está en tu programa de seguimiento de la dieta.
Muchas veces en la consulta escucho: “El problema es que no la he seguido (refiriéndose a la dieta). FALSO. El problema radica en saber porqué no la has seguido. Esto puede parecer sencillo; había muchas tentaciones, soy muy golosa, el trabajo me obliga muchos días a comer fuera de casa, etc.
Sin embargo, la experiencia dice que en ocasiones aún habiendo tentaciones, dulces, y otra multitud de excusas, somos capaces de ceñirnos al programa y llegar con buen pronóstico a nuestro objetivo. Entonces, porqué algunas veces sí seguimos bien la dieta y otras veces no? ¿Es sólo cuestión de fuerza de voluntad? ¿Es sólo cuestión de tentaciones? NO. La alimentación y la disminución o modificación del tejido graso no son temas baladí. Influyen y modifican la regulación metabólica, endocrina y física. La expresión génica y la salud psicológica y emocional.
El seguimiento debe estudiar los motivos de la fidelidad o no al programa; cuidar y adecuar la base nutricional, -que es cambiante- a lo largo del tratamiento, ayudar al paciente a identificar sus signos de peligro y aportarle las soluciones que pueda aplicar.
Lo más útil es planificar conjuntamente -entre nutricionista y paciente- los hábitos que desea instaurar y las “salidas” de lo pactado. También es importante empoderar al paciente ante las adversidades o posibles dificultades que se le vayan planteando a lo largo del tratamiento. Y, como no, aportarle una actitud positiva y de aceptación de la necesidad del tratamiento y de la importancia de mantener una alimentación adecuada a sus necesidades a lo largo de los años. Porque una alimentación a la medida es la fórmula para vivir más y mejor.