Los funcionarios públicos disfrutan del programa Concilia de la Administración General del Estado.
Los hijos de empleados públicos de la subdelegación del Gobierno han disfrutado, en el edificio donde trabajan sus padres, de una jornada de convivencia ideada para que estos niños, menores de 14 años, puedan conocer el lugar en el que sus progenitores desarrollan su actividad laboral.
Esta actividad se entronca con la serie de iniciativas adoptadas por el Gobierno con el fin de hacer más fácil a los empleados de la Administración General del Estado la conciliación de la vida profesional con la familiar.
Según ha destacado la secretaria general de la Subdelegación, Asunción Machín, “dado que hoy es un día laboral no lectivo, puesto que los niños están de vacaciones de Semana Santa, se ha pensado que es la fecha ideal para invitar a los hijos de los empleados de esta casa a disfrutar de un día de convivencia con sus padres en sus centros laborales”.
Los niños pueden así conocer el lugar donde trabajan sus familiares a la vez que, según Asunción Machín, “resuelven, aunque sea por un día, el problema con el que a menudo se encuentran los trabajadores en días como éstos en los que resulta difícil compaginar sus funciones laborales con las cargas familiares”.
Desde las 10:30 horas, los niños han realizado diversos actos lúdicos y han recorrido las dependencias del centro de trabajo de sus padres. Han realizado juegos de habilidad, acertijos y destreza, han participado en un taller pinta caras de fantasía y han realizado una gymkana urbana.
El Día de la Conciliación se viene celebrando en Soria, y en el resto de provincias de la Comunidad, desde hace trece años, coincidiendo con las vacaciones escolares de Semana Santa, y está enmarcando en el Plan Concilia acordado por el Gobierno y los sindicatos en diciembre de 2005, con el objetivo de mejorar la compatibilización de la vida laboral y la familiar de los trabajadores de la AGE.
Esta visita de los hijos de los trabajadores, en palabras de la secretaria general, “no supone una merma en el funcionamiento normal de los servicios que se prestan y, así mismo, los niños se lleven un grato recuerdo del lugar en el que sus padres pasan una buena parte del día”.