Efectivamente, el Club Soria Baloncesto regresó con fuerzas renovadas tras el parón de Semana Santa y desarrolló un gran baloncesto durante todo el fin de semana pero la calidad de los rivales redujo las victorias a dos a pesar del denodado esfuerzo de todos los equipos. Las victorias fueron obra del Infantil Masculino A y del Junior Femenino que volvió a jugar el domingo sin fuerzas mientras que el Cadete y el Junior masculinos brillaron pero perdieron frente a un CB Filipenses muy fuerte.
El CSB Infantil A fue el encargado de abrir la jornada jugando a pista completa en San Andrés. Tras los primeros minutos de igualdad ante los vallisoletanos del San Agustín que se presentaron en Soria apoyados por una gran afición, adelantaron líneas para buscar una primera ruptura al final del primer cuarto (29-13). Desde esa ventaja el CSB comenzó a crecer en el segundo parcial, seguro de sí mismo y muy concentrado. Los vallisoletanos, espoleados por los suyos, nunca perdieron la cara al partido pero la atenta defensa de los sorianos empezó a generar balones con los que jugar al contraataque -que es como le gusta jugar a este equipo- y el CSB ya nunca estuvo en apuros. Con la defensa cada vez más adelantada y con un gran trabajo en el rebote, el CSB puso la directa y su gran acierto en ataque durante toda la segunda mitad hizo el resto para ganar por 80-68.
De forma paralela pero en la pista naranja, el CSB Junior Femenino se jugaba el honor contra un Juventud Aranda con el que se había venido repartiendo los triunfos durante las últimas temporadas. En casa, descansadas y a pesar de las dos bajas, el CSB salió en tromba pero, poco a poco, el buen hacer de las burgalesas devolvió el equilibrio al final del primer cuarto (17-10). En el segundo, con menor intensidad, el CSB generó más puntos para irse al descanso con ventaja (24-15). En la segunda mitad, el CSB consiguió deshacerse de sus rivales con un baloncesto tan directo como acertado (40-21) y el último cuarto sirvió para que todas jugaran sin presión para cerrar una gran victoria por 58-29.
A continuación y otra vez en la azul normal, el CSB Cadete dio el do de pecho ante un gran Filipenses que terminó imponiéndose por un engañoso 63-85. Los sorianos arrancaron muy concentrados y con una gran efectividad en ataque que arrancó muchos aplausos de la nutrida grada de San Andrés. Los palentinos, que los barrieron en la ida, no jugaban cómodos con los sorianos encima y los intercambios se sucedieron con mucha calidad, con un CSB batiendo la zona de Filipenses con un gran tiro exterior para llegar al descanso dentro del partido (31-42). La esperanza da alas y el CSB no cejó en el empeño manteniendo el ritmo, el acierto y una gran calidad para cerrar el tercer parcial en posición de asalto (52-63). Sin embargo, nadie puede estar al cien por cien todo el tiempo y el cansancio y las rotaciones, unidos a un arreón visitante terminaron por quebrar la resistencia soriana cuando el marcador señalaba 54-71 y restaban cinco minutos. En la recta final y con la victoria decidida hubo un gran intercambio de canastas para alcanzar el definitivo 63-85 para Filipenses.
Finalmente, el CSB Fertilizantes Actyva Junior tampoco pudo con el Grupo Inmapa Filipenses que se impuso gracias a una buena primera parte por 67-73. El CSB arrancó un tanto frio y aunque no le perdió la cara al partido si estuvo facilitador en defensa cosa que rápidamente aprovecharon los palentinos para irse al descanso en ventaja. En la segunda parte el CSB despertó, yendo de menos a más, y jugada a jugada consiguió acorralar a su rival pero al final faltó tiempo para poder darle la vuelta al marcador porque sí se la dieron al partido.
En la jornada del domingo, el CSB Junior Femenino volvía a San Andrés para disputar el partido aplazado contra UNAMI y el cansancio tras la victoria del sábado y las bajas acumuladas por distintos motivos hicieron que se quedara sin gasolina a un paso de la victoria. Al final triunfo del UNAMI por 45-58 cimentado en una buena primera parte en la que el CSB estuvo desaparecido y en una gran recta final a la que las sorianas llegaron desfondadas.