Asociaciones, grupos de jóvenes y ayuntamientos se unen para dar vida a una tradición que se desarrolla en la provincia desde el sábado 28 de abril al martes 1 de mayo, y que combina la traída del monte, el arrastre, la preparación, la pingada y las celebraciones.
El rito de levantar el Pino Mayo se está consolidando en casi todos los pueblos de la comarca. Este año, y debido a la coincidencia con el puente festivo, la actividad se realiza, de forma escalonada, en las diferentes poblaciones.
En San Leonardo de Yagüe se vive en la Cuesta del Mayo, y se levanta un pino de grandes dimensiones ante la atenta mirada del público, tras su traída del monte en la mañana del 1 de mayo.
En Navaleno, la traída del pino se hace “a huevo” directamente desde el monte en la tarde-noche del 30 de abril, con la colaboración de los jóvenes y la entrada en el pueblo amenizada por los gaiteros. La pingada, a mediodía del 1 de mayo, cuenta con gran expectación.
En Covaleda, tras su recuperación hace unos años, la pingada va tomando más protagonismo en cada una de las ediciones. Desde el paraje de El Cubo, junto a la ermita de San Cristobal, las vistas hacia Urbión son sublimes, es escenario para que los jóvenes empujen el pino y logren dejarlo erguido. La pingada será el se realiza el 5 de mayo desde las 12,30 horas. Habrá hinchables y animación nocturna con charanga .
En Molinos de Duero, se pinga en la plaza de piedra, tras la traída del monte con los bueyes, y permanece hasta final del verano.
En Salduero, se ha trasladado estos últimos años del día 3, por La Cruz de Mayo, al fin de semana para contar con mayor participación, en un rito que ocupa toda la jornada.
En Cabrejas del Pinar se hace el fin de semana con entrada del pino en la plaza a partir de las 13,30 horas, tras la traída del monte.
Espejón, Casarejos, Talveila, Matamala de Almazán, Santa María de las Hoyas y Bayubas de Arriba, entre otros también realizan la pingada, expresión popular del saludo a la primavera y prueba de unión y fraternidad entre los pueblos. A las pingadas de estos días, se unen las que hacen en vísperas de las fiestas patronales en Abejar y Vinuesa en agosto, y en Duruelo de la Sierra en el mes de septiembre.