En la opa,señalan que “con menos dinero difícilmente el sector podrá afrontar los retos de modernización, sostenibilidad y permanencia del empleo en zonas rurales”.
ASAJA Soria, al igual que la organización profesional agraria (opa) de Castilla y León ha calificado de “muy preocupante” el recorte en el presupuesto del capítulo agrario en las cuentas previstas de la Unión Europea para el periodo 2021-2027. Según han señalado en la opa en la provincia, la Comisión Europea contempla una reducción en torno al 5%, tanto la Política Agrícola Común (PAC), dirigida específicamente al sector agrario, como lo que respecta a fondos de cohesión, de los que dependen numerosas líneas que repercuten directamente en el desarrollo rural.
“Esto no puede interpretarse más que de una forma: negativamente”, han subrayado en la organización agraria que encabeza en la provincia Carmelo Gómez, donde han considerado que las promesas con las que la Comisión adorna sus propuestas, con “un presupuesto nuevo, pragmático y moderno”, -según un comunicado para toda la región- tienen la única pretensión de “esconder la realidad”.
Un ocultamiento que implica la salida del Reino Unido, el conocido como Brexit,que se traducirá en que “habrá menos dinero, y afectará especialmente a España, uno de los países con mayor peso en el reparto de fondos de política agraria”.
Teniendo en cuenta los “ajustados márgenes de rentabilidad” con los que hoy trabaja el sector agroganadero, y que además no es previsible que en los próximos años “perciba mayores precios por su producción”, en un mundo cada vez más globalizado y con menos barreras arancelarias, en la opa vatician un recorte de las ayudas que llevará a una caída de la renta disponible para el agricultor y el ganadero.
“Es muy difícil hacer atractivo el sector para fomentar la incorporación de los jóvenes cuando peligra la rentabilidad. Además, los agricultores y ganaderos europeos, frente a los de otras partes del mundo, tienen que superar retos, cada vez más exigentes, para obtener alimentos de calidad, a precios razonables y siguiendo sistemas productivos sostenibles”, han señalado.
Por ello, han incidido en que al sector “no le consuela que los políticos lancen buenos deseos a tres años vista, prometiendo que lo que no ponga Europa lo va a poner el Estado español o las comunidades autónomas. Hay que ser muy ingenuo para pensar que ahora, tras varias décadas en las que la política agraria nacional y autonómica han estado desmanteladas, limitándose a gestionar lo que indica Bruselas, se van a improvisar medidas con presupuesto propio, cuando la realidad es que no hay presupuesto para casi nada”.