El equipo femenino M del Río Duero depura su “táctica”, considera Ángel Romera, su entrenador, y ahora “aprende” a jugar partidos que antes no comprendía. Progreso y evolución.
Paula Castillo, Amaya Hidalgo, Andrea Gallego, Sofía de Pedro, Nerea López Berta Soria (la capitana), Mirian Machado, Cristina Fan Ye Lin, Andrea Gómez, Gemma Arranz y Sofía Hernández vertebran uno de los proyectos femeninos del Río Duero. Ellas componen el equipo Juvenil M de la entidad celeste, octavas en la tabla del Juvenil Femenino de Castilla y León. Ángel Romera, su míster, apuesta por hacer piña y llevarlas a crecer delante de la red. Bajo “un ambiente distendido”, el M femenino del Río Duero potencia deportistas y personas.
“Un equipo potente, con altura y con físico”, cataloga Romera así la fisionomía de dicho bloque celeste. Siguen “una progresión buena” en la cancha las féminas de un M en el que priman en primer lugar “los estudios”, explica el preparador soriano. Las celestes lograron “el objetivo marcado: intentar estar por delante de equipos como Ávila o Segovia en una Liga de nivel”, expresa. Remate a remate, las de Romera pulen y mejoran su “táctica”. Maduran en la pista y aprenden a “entender” cómo van ciertos partidos en distintas circunstancias. “Antes no lo sabían hacer”, compara. Ese salto cualitativo está corroborado por la ayuda de Begoña, la segunda de Romera.
La complicidad en el M Femenino del Río Duero, un estado. Romera apuesta por crear “un ambiente de complicidad y distendido” con las jugadoras que dirige. El preparador soriano trata a las féminas celestes como parte de su “familia”.
El preparador soriano habla de un “vestuario anárquico, extrovertido, en general”. Las celestes de esa estructura son “menos domables”. El entrenador soriano le da valor a la constancia: “Quien se esfuerza, tiene más posibilidades de jugar”, detalla sobre una de sus premisas. “La filosofía de nuestro club es que ellas hagan deporte y que participen el mayor número posible de jugadoras”, apunta. “Fluir”, otra de las consignas del técnico soriano. Después, ellas alcanzarán “el nivel que puedan”.
Ángel Romera fue, en su día, uno de los firmes defensores que instaba a que el Río Duero se dotase de sección femenina. Ahora es uno de los pilares de ésta. “Es fundamental”, apostilla. “El deporte femenino está al alza. Entre todos debemos apoyar para que las niñas hagan deporte”, conmina el soriano. Romera analiza que “el voleibol femenino se adapta perfectamente a las necesidades de las adolescentes y a las de las niñas pequeñas”. Tal deporte “es magnífico para su desarrollo”, puntualiza.
Confía “plenamente” en que la sección femenina del Río Duero “siga creciendo año tras año”. Desde hace cuatro años, cuando se creó la sección, “hemos triplicado la participación”, exclama Romera. “Es una apuesta importante del club”, matiza.