El Consistorio abre un tiempo de consulta para que vecinos y agrupaciones puedan presentar su parecer y también las soluciones ante los problemas que esta actividad pueda ocasionar.
El Ayuntamiento de Berlanga de Duero tiene abierto un período de consulta pública para que los vecinos, organizaciones y asociaciones puedan hacer llegar sus opiniones sobre los problemas y soluciones que se planteen en relación con la ordenanza reguladora del vertido de purines, estiércoles y otros residuos originarios de las actividades agrícola y ganadera.
Este jueves concluye el plazo de presentación de escritos en una convocatoria pública amparada por el Consistorio donde señalan que tiene el objetivo de “mejorar la participación de los ciudadanos en el procedimiento de elaboración de normas, con carácter previo a la elaboración del proyecto de ordenanza reguladora del vertido de purines”.
En la Asociación Fueros de Andaluz han valorado positivamente que se proceda a recabar la opinión de quienes “potencialmente” puedan sentirse afectados por esta norma, “teniendo en cuenta su importante repercusión en la salud de las personas y en el presente y futuro de nuestro municipio y comarca”. Estas mismas fuentes han mostrado también su confianza en que consulta “no se limite a un mero trámite formal para su aprobación, sino que sea receptivo y sepa recoger el criterio de los ciudadanos al respecto”.
“La participación ciudadana se regula en nuestro ordenamiento jurídico como un cauce de participación en la política ambiental de las Administraciones Públicas que, en virtud de los conocimientos y actitudes diarias de la sociedad en su conjunto, va dirigido a garantizar la adecuada protección del medio ambiente para contribuir al desarrollo sostenible”, han recalcado.
Para este colectivo, la dificultad para controlar el vertido de detritus de procedencia animal exige la aprobación de “una estricta regulación dirigida”, y no a “entorpecer” esta actividad y los recursos económicos que genera. Es, según han resumido, para garantizar que su puesta en marcha no lleve a a ocasionar graves problemas medioambientales en relación con la salud pública. Por ello, se muestran a que los vertidos no deben interferir negativamente con los intereses del sector de hostelería, cultura y turismo los cuales “también suponen un importante motor de desarrollo para el municipio”.
Según han referido en la agrupación, la inclusión de Berlanga en la zona de Almazán-Escalote, catalogada como zona vulnerable en el Proyecto de Decreto por el que se designan las zonas vulnerables a la contaminación de las aguas por nitratos de origen agrícola y ganadero, “hace necesario que esta ordenanza deba tener en cuenta los nuevos límites de vertidos recogidos en este proyecto, exigiendo extremar las medidas en relación con los vertidos de purines”.
“En el momento actual tenemos la gran ventaja de ser conocedores de las graves consecuencias que la instalación de estas explotaciones ha acarreado en otros territorios. Sería, cuando menos, poco sensato no aprender de ello y volver a tropezar con los mismos errores que para muchas poblaciones han ocasionado la contaminación de acuíferos, originado y transmitido enfermedades, graves molestias y, en definitiva, una pérdida considerable de calidad de vida” han concluido.