Centenares de merinas vuelven a atravesar el centro de la ciudad en el tramo de la Cañada Real que discurre por el casco urbano para reivindicar la trashumancia.
Este viernes, nuevamente y por noveno año consecutivo, centenares de cabezas de raza merina atravesaban por la mañana el centro de la ciudad, precisamente por las mismas calles por la que discurre la Cañada Real, un camino en el que el ganado tiene derechos ancestrales de paso.
Una iniciativa promovida por la Mancomunidad de Tierras Altas y con la que se abre un ciclo de recuerdo y también de reivindicación a la vida trashumante, cuando los ganados de la provincia, mayoritariamente de esta demarcación soriana, volvían a los pastos de origen después de pasar prácticamente todo el otoño, el invierno y la primavera en lugares más cálidos, como Extremadura o Castilla-La Mancha.
El ganado con sus pastores y participantes en estas jornadas salían de la estación del Cañuelo poco después de las diez de la mañana, encarando sus pasos hacia Eduardo Saavedra, calle Almazán, Avenida Mariano Vicén, Alfonso VIII, para atravesar después Mariano Granados y subir por el Ferial para después por la calle Las Casas retomar el camino a campo abierto para llegar a Tierras Altas.
El paso se ha desarrollado sin problemas reseñables, pese a que algunos de los animales, despistados, se salían del hatajo en alguna ocasión para volver a introducirse en el grupo, provocando, eso sí, la sorpresa y también alguna carrera de los pastores en un recorrido en el que uno de los espectadores ha encontrado, bromeando, alguna similitud con el Jueves la Saca, por las vallas colocadas en algunos lugares para encauzar el ganado.