Dani Andrés, la parte humanoide de Sanjuaneando, se pasa por la tribuna de Soria Noticias tras el cierre de su proyeto.
El pasado 5 de julio escribí lo que, seguramente, nadie en ningún medio o circunstancia quiere publicar, una despedida. La última línea. Después de 11 años, Sanjuaneando.com decía adiós y se cerraba una increíble etapa de mi vida, y un proyecto que ha terminado siendo mucho más que un portal web.
Sanjuaneando nació como respuesta a una necesidad, no había en internet un sitio que contara San Juan. Era difícil encontrar información más allá de blogs personales y pioneros en la webesfera soriana. Había un espacio. Una “cuadrilla” sin “jurados”. Las Fiestas de San Juan, para mí las mejores del mundo, no tenían voz propia. No podían faltar en internet. No lo merecían. Tenía un referente, el Sanfermin.com de Mikel Urmeneta. Tomé una decisión y di el salto al vacío. Solo. Tras él, once años de historias a pie de fiesta. Un verbo. Una cuenta atrás. Redes sociales. Apps. Datos, consejos, historia sanjuanera. Y más.
Sanjuaneando.com no ha sido el único proyecto que he puesto en marcha. Sí ha sido el que más ha funcionado en el tiempo y del que más orgulloso me siento. Con el que más me he divertido. Este trabajo ha sido un ancla en muchos aspectos de mi vida, algo a lo que agarrarme en momentos en los que no todo eran risas. Terapéutico, como las Fiestas después del sopor invernal. Desde que arrancó en el minuto uno, me zambullí en ella de pies a cabeza. Metí corazón, tripas y demás despojos. Alma y sentimientos para dar un toque diferente y que el resultado no quedara solo en una fría página web. Quería comunicar y transmitir. Todo mi ADN pasó a formar parte de este cúmulo de fotos, redes sociales, seguidores y códigos. Mucho más que una web. Tiempo, insomnio, alguna lágrima, muchas satisfacciones, risas y también enfados. Una locura. En solitario, entre Zaragoza y Soria. Y todo con la compañía de Olga, de mi gente, y de esos sanjuaneros y sanjuaneras que me he encontrado por el camino. Su (mi) combustible. No ha habido otro, no lo he buscado y el tiempo me ha demostrado que tampoco lo hemos necesitado. Quiero pensar que Sanjuaneando ha traspasado lo personal y se ha llegado a convertir en algo que pertenece a todas aquellas personas que aman San Juan y sanjuanean. Que ha calado y ha formado parte de mucha gente. Que ya es un recuerdo, difuso o claro. Que ha hecho brotar alguna sonrisa. Todo esto sería el mejor premio a todo este esfuerzo.
11 años después, Sanjuaneando.com me ha llevado a lugares que en aquellos días no imaginaba. Me ha formado como profesional y sanjuanero. Mi escuela. Y en gran medida, ha hecho que, este chaval del Calaverón, sea la persona que es hoy. Community manager de una conocida marca. Mejor sanjuanero. Soriano amañado por las circunstancias, que mira el cielo que se esconde detrás del Moncayo con anhelo. Ahora toca dejar poco a poco esta compañía, aprender a ocupar el tiempo que hasta hace unos días era para Sanjuaneando. Es esa exnovia que toca “olvidar”. Mirar hacia delante. Soltarnos de la mano. Aprender de nuevo a sanjuanear.
San Juan seguirá, con sus cambios y evolución necesaria e incesante. Sanjuaneando.com permanecerá, al igual que las canciones sanjuaneras, como testigo de una época, la que le tocó contar, pero ya no cambiará. Será año a año un recuerdo de unas fiestas que ya no serán. Hasta que la cruel rutina haga que, finalmente, se la trague el olvido mientras seguimos, alegres, sanjuaneando.