En la Juvenil Femenina de CyL, donde existe el derbi celeste y soriano, el equipo P y el bloque M del Río Duero muestran un nivel “parejo”. Las pequeñas, el P, dan mucha guerra. Un equipo “moldeable” y con un “gran sentido del deber”
“Un equipo técnico, con poca altura”. Así presenta Ángel Romera, su míster, al equipo P femenino del Río Duero. Esas ‘locas bajitas’ han de “trabajar la táctica”, que compensaría esa falta de envergadura. Novenas, “con una buena progresión” en su cuenta particular, en la Juvenil Femenina de Castilla y León. Justo por detrás de sus homólogas, el equipo M del Río Duero.
Celia Martínez, Irene Gómez, Carla Martínez (centrales); la capirtana Marta Ruiz, Isabel Artiga, Claudia Colás, Andrea Vicente (receptoras); María García, Marta de Miguel (colocadoras); y Andrea Moreno (opuesta). Una joven plantilla, de 10 jugadoras, que está dispuesta a seguir generándole voleibol al Río Duero. Claudicaron la temporada 2017-18 con buen sabor de boca, ganándole 0-3 al Segovoley en Segovia. “En las jugadoras se ve una mejoría considerable”, comenta Romera, quien está asistido por Begoña, su mano derecha en el banquillo. “La figura de Begoña es fundamental. Una persona pausada. Su carácter apacigua el mío”, expresa Romera.
“Le damos mucho mérito al tener dos equipos femeninos en la Liga Juvenil, ya que es de mucho nivel”, valora el míster soriano. En la competición doméstica, el equipo P se ha movido por “el grupo de abajo”, pero siempre intentando “dar guerra” a los equipos de la zona media de la tabla. Esta temporada, en el derbi, cada equipo se ha llevado un partido, “demostrando que el nivel es muy parejo”, considera Romera. El técnico de Soria intenta inculcar una filosofía concreta al equipo P femenino: “¡Qué se lo pasen y que disfruten! Si hacen eso, seguramente, obtendrán mejores resultados”, aboga.
Con el pretexto de que “cada jugadora es un Mundo”, el del equipo P es un “vestuario más dócil” que el del equipo M. Más moldeables. “Tienen un gran sentido del deber”, considera Romera sobre la formación P. La batuta de dicha fila bien la puede llevar Marta Ruiz, la capitana. “Una jugadora que lleva cuatro años en el club. Tiene un peso específico y especial. Está muy comprometida”, narra el preparador soriano.
La apuesta del Río Duero por la sección femenina de voleibol “está saliendo muy bien” y “tiene un gran futuro”, destaca Romera, quien apunta que para él “es más fácil” comandar un vestuario femenino que una plantilla masculina. “Las chicas son más disciplinadas; los chicos trabajan más con impulsos”, enfatiza. Romera, a lo largo de estos años, ha logrado cierta “complicidad” con los vestuarios femeninos.
El P femenino del Río Duero es “un equipo técnico, con poca altura”, define Ángel Romera. Deberán trabajar “la táctica”, pero cuentan con “una buena progresión”.
Ángel Romera intenta inculcar una filosofía concreta al equipo P femenino del Río Duero: “¡Qué se lo pasen bien y que disfruten! Si hacen eso, seguramente, obtendrán mejores resultados”, apuesta.