Durante apenas cinco minutos, y “sin aviso” tras nublarse el cielo, el pedrisco caía con fuerza, con chubascos de un grosor importante.
Poco después de las cuatro de la tarde de este viernes, una fuerte granizada se cernía sobre Ágreda con una gran intensidad, tiñiendo de blanco calles y tejados.
Sin apenas aparato eléctrico, “sin avisar” como relatan algunos vecinos, el cielo descargaba en apenas cinco minutos pedrisco con diámetros semejantes a los que tienen las bolas utilizadas para la práctica del golf.
La borrasca que se cernía con intensidad en apenas cinco minutos sorprendía a la localidad por la fuerza con la que se ha manifestado. Algunas zonas como el paseo de la Dehesa se han visto azotadas por la virulencia de la tormenta, que ha deshojado una buena porción de los ramajes de los castaños, tal y como puede verse en alguna de las imágenes.
La fuerza del granizo ha dañado también vehículos, algunos de los cuales han visto romperse algunos de sus cristales. De igual modo, la cubierta del pabellón Fermín Cacho resultaba agujereada por el impacto del granizo, encharcando la pista deportiva en alguna de sus zonas.