La FCCR otorga este galardón al bretunense cuya labor callada ha llevado a poner en el mapa la demarcación de Tierras Altas. El doctor Ricardo Martínez, Asovica y los Padres Franciscanos, también premiados para la edición de este año. El llorado José Andrés Diago, también tiene su homenaje in memoriam.
La Fundación Científica de la Caja Rural (FCCR) que dirige el doctor Juan Manuel Ruiz Liso ha determinado otorgar su galardón anual ‘Soriano Saludable’ a Vicente Marín Miguel, de Bretún.
El galardonado nació en Soria el 28 de abril de 1937, el octavo de nueve hijos en el seno de una familia humilde. Con 9 años queda huérfano de padre lo que le llevó a salir del pueblo a formarse en un internado. la orden.
En 1962 empieza a trabajar de mayordomo en el Castillo de Higares, en Mocejón (Toledo), propiedad de Pedro Gandarias de Urquijo y doña Bárbara. Por este inmueble pasan en esta época grandes personajes como Ava Gardner, Mel Ferrer, Audrey Hepburn, y John Wayne, entre otros, y la mayoría de las veces acompañados de Ricardo Sicre. También grandes toreros de la época, como Tinín , Solanito, El Viti y Diego Puerta; pianistas como Arturo Pavón, cantaores como Manolo Caracol, no faltaron tampoco caras políticas internacionales como el presidente francés Varléry Giscard d' Estaing.
Una vez terminada esta época, trabajó en los restaurantes de Mayte y Richmond. Se desplaza a Londres, con contrato en el Royal Automobile Club de Pall Moll. Allí entabla amistad con el manager de los lujosos almacenes Fortnum & Mason, que abastecen a Buckingham Palace.
Regresa a Madrid en 1970 y pasa a dirigir el Hotel Galiano, que pertenece a José Miguel López Díaz de Tuesta, persona que ya había conocido en la década de los sesenta. Una vida social que le llevó a codearse con los personajes más carismáticos de la época. Alguno de ellos, como verdaderos amigos, entre ellos Luis Escobar, Marqués de las Marismas; al compositor Fernando Moraleda; al retratista Clemente Camino; el Conde de Romanones; el príncipe Pío con su palacio en Montbello en Italia; Luis Reina, marido de Titi Saboya; el pintor César Manrique; Fernando Arbex, Pepe Dámaso, Mikel Navarro, Emilio Barbero, Duarte Pinto Coelho, Ricardo Mendizabal, Esperanza Ridruejo, etc. Era el más joven de todos ellos por lo que la existencia fue apagándose en muchos de ellos. Aún así, sin haberlo abandonado antes, se dedicó con verdadera dedicación a la dirección del Galiano, proporcionando a López Díaz de Tuesta, conde de Atarés una vida de lo más cómoda y holgada, y de paso, poder a viajar con verdadero lujo.
Ni José Miguel López Díaz de Tuesta, cuyo hotel regentó durante 40 años, ni Marín tuvieron descendencia. El conde fallecía a los 92 años, 20 más que Marín el, así que se estableció una relación como de padre e hijo. Y en cuanto a lo material y patrimonio, al no tener obligaciones legítimas, López Díaz de Tuesta decidió que todos sus bienes pasasen a manos de Marín con libre disposición.
Éste, al no tener obligaciones legítimas ni de sucesión, decide materializar la Fundación Vicente Marín y José Miguel López Díaz de Tuesta para poder perpetuar su memoria y que el patrimonio nobiliario pueda ser disfrutado por todo el mundo y que esta zona de Tierras Altas, con tantas carencias sea un rincón de Soria, de lo más apetecible y enriquecedor para visitar.
Bretún ha tenido y tiene un mecenas con Vicente Marín lo que le ha hecho ser, indiscutiblemente, el mayor impulsor del desarrollo cultural y social de Tierras Altas.
La FCCR ha querido reconocer sus valores como Soriano Saludable 2018, ya que “de forma callada y sin molestar ha sido el mejor embajador de esta zona de nuestra provincia. Su Palacio en Bretún es digna de visitar y de degustar culturalmente”, señalan en la Fundación Científica.
El doctor Ricardo Martínez Gallardo ha sido nombrado Premio Valores Humanos 2018 también dentro de los galardones anuales de la FCCR. Es jefe del Servicio de Psiquiatría del Complejo Asistencial de Soria.
Formado en la Escuela de Psiquiatría Francesa renueva, al llegar a Soria hace más de 30 años, la estructura terapeútica de estos enfermos en la provincia, tanto en lo asistencial como en los social.
Las carencias que las personas con enfermedad mental tenían pasan a ser asistidas de una forma más humana y en régimen abierto en la mayoría de casos.
Pero hay una faceta que hoy queremos destacar y es el hecho de que un médico, una persona socialmente responsable creara hace 25 años el proyecto ASOVICA, hoy Grupo de Empresas Asovica-Fadess donde los pacientes han llegado a ser tutelados como sus mismos empresarios. cinco empresas dedicados a aquellos que funcionalmente sus capacidades mentales no gozan de integridad mental total.
La Asociación Virgen del Camino es una agrupación de familiares de personas con enfermedad mental, que lleva trabajando 25 años, cuyo fin es la rehabilitación socio-laboral de dicho colectivo. Comenzó con un pequeño centro ocupacional y con el trabajo de las familias, juntas directivas, voluntarios, usuarios, trabajadores y el apoyo de las administraciones y toda la sociedad soriana. Hoy cuenta con dos centros ocupacionales, cuatro viviendas, residencia y dos centros especiales de empleo para intentar que todos los usuarios con estos déficits mentales, puedan realizar su proyecto de vida, buscando siempre el cumplimiento del principio universal de igualdad de oportunidades.
Es un ejemplo que ha sido y es imitado en numerosas provincias y localidades tanto en la autogestión y compromiso sociof-familiar como en lo que podríamos llamar “terapéutica mental a través del trabajo” (terapia laboral en enfermos especiales)
Tras 97 años dedicados a la enseñanza, el Colegio San José de Soria dijo adiós a la formación integral de miles de sorianos. Los Hermanos Franciscanos han estado unidos a los sorianos desde los inicios del franciscanismo. Según una tradición, el mismo San Francisco pasó por la ciudad de Soria en su peregrinación a Santiago. Además, en 1227 ya está documentada la presencia franciscana en Soria.
Los franciscanos tuvieron su iglesia y convento extramuros de la ciudad. Durante la Guerra de la Independencia el general español Durn ordenó en 1812 su destrucción para que no se hiciesen fuertes en él los franceses. Los restos restaurados son actualmente el colegio universitario y la parroquia de San Francisco.
En 1835 se produce la Desamortización de Menidizábal y los franciscanos se ven obligados a abandonar la ciudad. Pero en 1920 son llamados para hacerse cargo de la Fundación Educativa San José. El edificio es una casa solariega. Con el paso de los años y las necesidades educativas, se fue ampliando el inmueble y la plantilla de profesores.
“Hoy es historia, pero una historia viva que permitió entre otros valores, siempre positivos, la implantación de deportes innovadores como el voleibol, con categoría internacional, y fue calificado como el primer colegio de la Dieta Mediterránea”, señalan en la FCCR.
La educación en valores franciscanos supuso iniciar a los alumnos en la vivencia de la amistad y fraternidad solidaria y educar para una reflexión e interioridad bajo los valores del Evangelio.
“La realización de un proyecto educativo en un centro católico exige la convergencia de intenciones y de convicciones por parte de sus miembros”, según Ruiz Liso. Por ello, explica, orientó sus esfuerzos hacia la formación de una comunidad educativa-pastoral que fuera, a la vez, sujeto y ambiente de educación.
Una educación ·inserta en la realidad, con una clara dimensión social y comprometida en la construcción del mundo”. Este cometido se “enraizó” en la cultura “de nuestro tiempo y de nuestra sociedad, siendo también una educación comprometida en la promoción de esta dimensión social de la persona, y en la continua transformación de la sociedad para que consiga cada día un nivel más alto de igualdad, de justicia, de libertad y de paz”.
Alumnos, padres, profesores, entidad titular y personal de administración y servicios, realizaron conjuntamente una tarea que les aglutinó e hizo converger esfuerzos e ilusiones: la formación integral de los alumnos, eje y centro de la acción educativa.
Este año fallecía una de las personas más saludables de Soria. Generosidad, amabilidad, dignidad y una especial dedicación a los más jóvenes, a los que enseñaba la práctica de deportes, el fútbol, pero sobre todo les encauzaba a respetar al contrario y ver el deporte del balompié como una comunicación interpersonal honesta, en donde el resultado era el último capítulo del partido.
"Les enseñó a ser hombres a través del juego. El llamado 'fair play' lo inventó José Andrés hace muchos años. Sus capus infantiles de fútbol que todos los veranos creaba en Los Pajaritos, hoy están huérfanos de su mentor", ha concluido Ruiz Liso.