UCCL ha exigido al Gobierno regional que actúe para paliar las "grandes pérdidas" que está ocasionando la fauna salvaje en los cultivos.
La Unión de Campesinos en Castilla y León (UCCL) ha exigido este jueves al Gobierno regional que ponga en marcha de forma inmediata medidas encaminadas al control poblacional del conejo, del corzo y del jabalí para evitar las "grandes pérdidas" que están ocasionando estos animales a los agricultores en los campos de cereal, herbáceos, maíz, cultivos hortícolas, frutales o viñedo, entre otros cultivos.
UCCL ha puesto como ejemplo una plantación de lechugas largas de la localidad vallisoletana de Simancas que se ha visto "arrasada" y "gravemente diezmada" por una población de corzos que "campa" por los alrededores de la explotación por lo que la OPA ha alertado de los "importantes daños" que se están registrando en la agricultura de la Comunidad.
Según han explicado desde UCCL, el agricultor afectado, Luis Miguel Dieguez, planta a la semana unas 1.000 lechugas y se han podido ver afectadas unas 5.000 plantas de lechuga largas que se están comiendo los animales. "El corzo solamente se come el cogollo de la lechuga, pero ya la hace inservible para el consumo humano", ha relatado Luis Miguel Dieguez que advierte de que en dos días estos animales pueden acabar con toda la plantación.
Ante estos hechos, UCCL ha reclamado "medidas eficaces" para controlar el incremento poblacional de fauna salvaje y para evitar los "importantes daños" que se están produciendo en las explotaciones, exponencialmente incrementados en los últimos años.
"El caso del agricultor de Simancas es un caso particular, pero no es el único que en el último año se ha visto afectado por daños de fauna salvaje y, como ya ha denunciado en otras ocasiones esta Organización agraria, lo más lamentable es que los agricultores somos los que debemos hacer frente a las pérdidas, porque los seguros son ineficaces y los cotos no se hacen cargo", han insistido desde la OPA.
Además, UCCL ve "imprescindible" que tanto los agricultores como ganaderos afectados por daños de la fauna salvaje denuncien cuanto antes estos ataques para tener opciones que estos sean compensados, pero principalmente para aflorar la magnitud real del problema, "ya que muchos ataques no son denunciados"