El jueves se vive la tradicional Pinochada, becerrada el viernes y caldereta en la jornada del sábado en El Regajo.
Los días tradicionales, históricos y entrañables del programa de La Virgen del Pino y San Roque en Vinuesa fueron declarados de Interés Turístico Regional en 1995. En espera de una difícil declaración a nivel nacional, el paso del tiempo ha avalado la singularidad de los festejos y su mantenimiento por la población.
En el centro de la plaza, el mayo alzado este martes 14 de agosto preside la escena. Es el primero de dos, ya que, posteriormente, se eleva el de la ermita de La Soledad. El trajín en la población delata que empiezan los días grandes. La gente se echa a la calle, y termina sus últimas compras para estos días.
El 15 es fiesta en Vinuesa, y se ve desfilar a las imágenes de la Virgen del Pino y San Roque. Trajes populares y bailes a ritmo de gaitas y tamboriles.
El 16 se celebra La Pinochada, que rememora una antigua batalla por la propiedad de un monte con la imagen de Nuestra Señora del Pino, y mujeres y niñas se visten de piñorras y rama de pino en mano, sus pinochos mientras repiten sonrientes "De hoy en un año", a lo que el agredido responderá con un cortés "Gracias".En esta jornada toman protagonismo las dos Cofradías, las de La Virgen del Pino y San Roque, los casados y los solteros.
El escenario de la fiesta pasa a 'El Regajo', según avanzan los días, y allí, en la única plaza de madera que se sigue montando en la comarca, se llevan a cabo los festejos taurinos, con la becerrada, y la caldereta del día 18.