Una instalación, expuesta a lo largo de la calle principal del pueblo, recrea la llegada de los rebaños de los pastos del sur, como homenaje a los antepasados que pasaban el largo invierno separados de los suyos.
Huérteles evoca su pasado trashumante por medio de una recreación de la llegada de los rebaños desde las tierras del sur. La instalación, que decora la calle principal de esta localidad de las Tierras Altas de Soria, pretende rendir homenaje a los pastores que marchaban a los campos de Andalucía o Extremadura, y a las mujeres que guardaban su ausencia durante el largo invierno ocupándose de los hijos y de las tierras en esta parte de la sierra soriana.
La iniciativa, promovida por una vecina de Huérteles y que ha contado con la colaboración de varios hijos del pueblo, se compone de 30 siluetas de ovejas y otras 90 de corderos, algunas de las cuales reproducen fielmente a animales que actualmente componen la cabaña ganadera de ovino de esta localidad. La instalación, que recibe al visitante a su entrada en Huérteles y que lo acompaña a lo largo de su calle principal, incluye además la representación de dos pastores y una ‘Alegoría de la trashumancia’ que refleja el vacío que quedaba en la sierra cuando los pastores se iban y la alegría por su regreso.
Como otros pueblos de Tierras Altas, la economía de Huérteles se ha basado tradicionalmente en la agricultura (cultivo del cereal) y la ganadería (en especial, de ovino). En la actualidad, esta última actividad pervive de la mano de dos rebaños de churras y merinas. Ya nadie es trashumante en Huérteles, si bien esta práctica se mantuvo hasta hace cerca de 30 años y todas las familias del pueblo tienen a pastores trashumantes entre sus antepasados. Al sacrificio, el esforzado trabajo y la dura forma de vida de estos hombres y mujeres va dedicada esta obra.
“Queríamos plasmar lo que nuestros mayores han vivido y trasladar el orgullo que sus descendientes sentimos por tener estos orígenes”, señala la impulsora de esta iniciativa, Carmen García.
La instalación permanecerá expuesta en la calle principal de Huérteles durante todo el mes de agosto. No obstante, la iniciativa nace para quedarse y su promotora ya piensa en ampliarla en años sucesivos. “La iremos complementando en los próximos veranos a diferentes niveles”, avanza García. Y es que, además de rendir un homenaje a nuestros ancestros y reconocer su duro trabajo, la acción persigue “dinamizar Huérteles, motivar a su gente e implicar a los pocos que vivimos en él con un tema que nos llega a todos”, afirma su promotora.