La Villa de las Tres Culturas pone en valor su patrimonio con esta actuación en el entorno de lo que fue la alcazaba árabe.
El Ayuntamiento de Ágreda ha dado por concluidas las obras de adecuación del entorno del llamado Torreón de la Muela, en un proyecto que ha sido financiado por la Junta de Castilla y León a través de la convocatoria 2017 para infraestructuras turísticas y con una partida de 39.864,41 euros. El montante total de las actuaciones ha ascendido a 60.000 euros, en una cantidad cuya diferencia ha sido costeada por el Consistorio de la localidad.
La zona en la que se ha actuado se ubica en la antigua alcazaba árabe, en el espolón de la Muela, en el Barrio Moro. En su entorno inmediato se encuentra dicho torreón, catalogado como BIC y recientemente restaurado, así como el arco emiral, junto al aljibe que dotaba de servicio al asentamiento árabe. Es este el tramo que remata uno de los recintos amurallados con los que cuenta la Villa de las Tres Culturas, y que gozan de la declaración de bien de interés cultural. Se trata, además, de una zona con un alto valor cultural, ambiental y paisajístico, situada dentro del conjunto histórico de agreda, en su flanco este.
En el desarrollo de los trabajos, en las excavaciones han aparecido los pavimentos originales, que quedan vistos, de manera que se va a percibir con mayor claridad que la zona en su conjunto constituye un lugar arqueológico.
Las labores han consistido por un lado en la limpieza y el desbroce de la zona así como la demolición de los cerramientos que delimitaban esta área, y que ofrecían un impacto visual negativo al estar concretados con materiales y sistemas que no son propios de un conjunto histórico.
También se ha llevado a cabo la consolidación de los restos de muralla que rodean el torreón. Dichos restos delimitaban un segundo recinto que rodea el torreón. Así, se han recompuesto los muros, dejando previsto el drenaje y se ha consolidado la coronación de los mismos, de modo que queda garantizada su conservación. se han empleado para ellos piezas procedentes de los derrumbres, así como otras piedras y mampuestos de identico origen, que estaban convenientemente almacenados, todo ello trabado con mortero de cal.
Por último, además de la limpieza y el rejuntado se ha llevado a cabo la pavimentación del entorno del torreón con sistemas y materiales adecuados al lugar. Son pavimentos permeables, que no compiten con los aparecidos, enmarcados con piezas de madera tratada.
Para concluir las labores, han sido instaladas protecciones con vallado y barandillas, que dotan de seguridad a la zona, dado el fuerte desnivel que presenta el espolón de la Muela y de igual modo el entorno dispone de iluminación ornamental, cartelería y señalización, con lo que se amplía la zona visitable para el público en general. De este modo se divisa de mejor manera el importante patrimonio edificado, con una zona de mirador hacia lo que fue la alcazaba, el barranco del río Queiles y las huertas árabes tradicionales.