El ghanés, imperial, guía a un Numancia que no pudo pasar del empate, el segundo en dos jornadas, ante un Cádiz en inferioridad numérica por la expulsión de Kecojevic al inicio de la segunda mitad. El cuadro soriano acaba con dos puntos en el casillero y estrellándose ante un bloque de hormigón de color amarillo.
No fue el inicio esperado (1-1), pero tampoco fue un despropósito lo del CD Numancia ante el Cádiz Club de Fútbol durante la reapertura, debut oficial, en Los Pajaritos. A la escuadra numantina no le faltaron ideas, encabezadas por un eléctrico Yeboah, sino una ejecución final para desarbolar a un riguroso Cádiz en defensa. No supo aprovechar el Numancia la expulsión de Kecojevic al inicio de la segunda mitad. Los sorianos se van hasta los dos puntos, enredándose en la zanja férrea que colocó el Cádiz en Los Pajaritos. Lo que debe ser el Numancia 2018-19 ya se aprecia: madurez, paciencia y circulación de balón.
Un tributo a Julio Álvarez, capitán de toda una parroquia, la cual se puso en pie para vitorearlo. Aplausos unánimes, acorde a lo que ha significado en Soria. “Un soriano más”, recordaban desde megafonía. Al César lo que es del César; a Julio lo que es de Julio. El hispano-venezolano, reflejo de lo que ha sido el Numancia en la última década, realizó el saque inicial. El ‘10’ de siempre se iba, pero llegaba el nuevo Numancia de Aritz López Garai a Los Pajaritos. Se estrenaba el Torrezno Mecánico en casa, en una Soria que le deposita toda su confianza. Pero, la sombra de Aitor Fernández, Íñigo Pérez o el mismo Julio Álvarez todavía es alargada. Perdura.
Otro 4-3-3, a lo que quiere jugar este Numancia, y el mismo once que presento López Garai en El Arcángel. Esperando a que se recuperen Ripa, Unai Medina y Luis Valcarce, para que entren cuanto antes en los carriles, el míster de Barakaldo volvió a calzar a Marc Mateu en el carril zurdo. Bailan ahora, precisamente, esas plazas en Soria. Se busca carrilero. ¿Alguien por la cal? Incertidumbre numantina en los primeros compases. No entró muy católico el Numancia a su lar. No se adentró con el pie derecho en Los Pajaritos. Lo arrinconó de primeras el Cádiz.
“Expuestos” y semidesnudos. Varias faltas seguidas en contra y concediendo lo suficiente como para darle esperanzas a su oponente. El “protagonismo”, mediante la salida limpia con el balón, se engancha, irremediablemente, con algunos despistes a la hora de salir jugando desde atrás. Erró Fran Villalba y Carlos Gutiérrez obtuvo premio. Al sacar la escoba, primera amarilla de la contienda para el central canario.
Entre Yeboah y Alain Oyarzun desperezaron al Numancia. Balones al de Accra, el “Ronaldinho”, se escuchó en la grada, de Los Pajaritos. Se zafó de Rober Correa y sólo la red, por detrás, de la portería le privó del 1-0. Pocos balones rifará este Numancia. Se empeña, dignamente, en tratar con mucho mimo el esférico. López Garai “no es partidario” del VAR, aunque el sistema informático podría haber aparecido en el minuto 27. Yeboah le tiró un sensacional autopase al zaguero cadista y éste lo acabó derribando. Vicandi Garrido no pudo tirar de VAR. En Segunda no disponen de él. Seguía empujando a los suyos el hábil atacante de Ghana. Sobre el minuto 34, Guillermo gozó de la más clara hasta entonces. Dirigió su cabezazo, pero se encontró con un despeje magistral de Cifuentes. Avisaba y perdonaba el Numancia.
Con toque y menos autopresión, el cuadro de López Garai empezaba a remar con firmeza. Se asociaron Diamanka y Yeboah por la derecha en el minuto 39. En un posterior centro, Mauro tumbó con una llave de judo a Guillemo en boca de gol. No lo dudó Vicandi Garrido: penalti. Guillermo fue el que cayó, Guillermo fue el que transformó la pena máxima, la cual se convierte en el primer gol del Numancia en esta temporada 2018-19 en Los Pajaritos (1-0). Un Juan Palomo en toda regla lo que se regaló el ariete vasco.
Cinco minutos más tarde, vuelta a empezar para el Numancia. En una empanada monumental –hasta tuvo que salir López Garai a pedir explicaciones–, Kecojevic igualó el luminoso tras rematar a placer un centro de Ager Aketxe. Venía la jugada precedida de una acción a balón parado. Falló la estrategia defensiva.
Se colocaba Escassi de central. Carlos Gutiérrez quedaba desterrado, quizás por esa amarilla que podía acabar por condenar al Numancia, en el banquillo. Larrea, de refresco, ocupaba la vacante posicional que dejaba Escassi, en detrimento del central canario. Tornas invertidas, el Numancia salió mejor que el Cádiz en la reanudación. Guillermo y Oyarzun, después, echaron por el retrete el 2-1. Se venía arriba el cuadro numantino por el costado zurdo, sobre todo.
Muy a favor se le puso el choque al Numancia sobre el minuto 57. Kecojevic le hizo el lío a Cervera. Una de cal y otra de arena. El autor del gol del empate cadista se fue a la calle, con una roja directa, tras trastabillar en la frontal a Yeboah cuando éste ya se plantaba sólo ante Cifuentes. El de Accra, un incordio constante, era el principal quebradero de cabeza de un Cádiz que tuvo que reorganizar su muralla. Puzzle nuevo: Barco, poco suertudo arriba, dejaba entrar a Servando en la línea de atrás.
Con uno menos, el Cádiz no bajó los brazos. No midió bien los tiempos un inexperimentado Vallejo, que, después de dejar sentado a Markel, disparó apuntando hacia arriba antes de lo debido. Tenía todo el tiempo del mundo. A su vez, la entidad numantina asediaba a los de Cervera. No era suficiente. Ni por todo el oro del mundo, ni con todos los centros del mundo. No llegaba esa ocasión determinante. Tocaba con suma paciencia el Numancia, buscándole las cosquillas al Cádiz.
De un lado para otro, moviendo a la tacita de plata, y entraba Nacho. Necesitaba más velocidad, más desborde y todavía más centros López Garai ante un Cádiz replegado. El triunfo del Numancia pasaba por la imaginación y la creación que pudiese tener Yeboah en los últimos 10 minutos. El ‘12’ del Numancia le filtraba un balón a Nacho y éste se lo ponía a Guillermo, quien no pudo cruzar, finalmente, la zanja amarilla.
El Cádiz no quería saber nada más del partido, gritos y leves trifulcas, Vicandi Garrido dio cuatro de prolongación y el Numancia acabó muriendo en área gaditana. La victoria del Numancia en Los Pajaritos deberá esperar.