En el cuadro burgense, que ha logrado convencer al míster madrileño para que sea nuevamente su capitán de barco, apenas se aprecian cambios. “La ilusión por jugar en Tercera”, la implicación casera de una entidad sujetada por jugadores de la tierra y el rigor defensivo, intactos. Y si Alfonso acompaña con goles a todos esos factores, mejor.
Al igual que El Almendro, Fran Valero, uno de los entrenadores más queridos en El Burgo de Osma, regresa a casa en una Navidad avanzada para la villa episcopal. Y eso que en el hogar del Sporting Uxama, un equipo sufrido y superviviente por naturaleza, todavía es verano. “Ahí estoy más tranquilo que Dios”, exagera Valero. En el territorio burgense le dejan trabajar en paz. “Todo lo que no sea pelear por salvar los últimos puestos es una utopía para el Uxama”, dicta el entrenador que quiere mantenerlo en Tercera por segunda vez no consecutiva. “Sin duda que a la nueva temporada le pediría no sufrir tanto. Ojalá podamos estar en la mitad de la tabla viendo como los demás se parten la cara”.
La vuelta de Valero al Uxama está muy marcada “por la confianza que tienen en mí”. El técnico de Madrid ya salvó de la Regional a la entidad de El Burgo una vez, en la temporada 2016-17. En aquellos entonces, el Uxama, en su reestreno, volvía a la categoría de bronce liderado por Fran Valero. Los burgenses fueron cuartos por la cola y acabaron por mantenerse a salvo de la quema después de burlar los arrastres. “Tuvimos buena relación en la anterior etapa”, manifiesta Valero sobre su afinidad con “el presidente, el vicepresidente y el secretario” del Sporting Uxama. “La confianza”, clave para convencer nuevamente al de Madrid. La directiva uxamense, que no le ofreció la continuidad a ‘Ruta’ –míster que acabó salvado otra vez al cuadro soriano la pasada campaña– tenía una imaginación fija, que Valero cogiese otra vez las riendas del Uxama.
“Lo que más me costó, tomar la decisión de volver”, alega el preparador, quien también desempeña funciones en el Ejército de España. “Pilas cargadas” tras no poder maniobrar en condiciones durante el pasado curso en La Arboleda. La SD Almazán y Fran Valero rompieron mutuamente, a principios de temporada, el contrato que les vinculaba. “No fue un buen año para mí. Acabé muy saturado. Se intentaron hacer las cosas de la mejor manera posible, por ambas partes. Hubiese agradecido más paciencia por parte de la afición”, narra Valero sobre su corta estancia en Almazán.
“Sé que va a ser una temporada complicada, dura, una temporada que nos exigirá mucho, pero estoy más que preparado”, valora Valero en referencia a lo que está por venir en esta vigente campaña en El Burgo de Osma. Sangre, sudor y lágrimas: resumidamente, esta es la historia del Uxama contemporáneo, el que ha logrado mantenerse, consecutivamente, dos veces desde que abrazó la Tercera división en 2016. No hay dos sin tres. “Todo el mundo tiene claro que el Uxama es un equipo que debe luchar y pelear por mantener la categoría”, expresa el técnico, quien también se refirió al hándicap de “los arrastres” (Unionistas, Salmantino, etcétera) que pueden acabar en el Grupo VIII de Tercera a finales de esta campaña.
Al Uxama le va el barro, el cuerpo a cuerpo. Un equipo físico al cual Valero va a construir desde atrás, dotándolo de eficiencia defensiva. Ordenados y mostrando un rigor impoluto en la retaguardia. Ya se observó precisamente ese valor durante la campaña 2016-17. “Sabemos que si no vamos a ser capaces de meter muchos goles –con el permiso de Alfonso–, hay que tener la otra asignatura bien cubierta (rigidez defensiva)”. Recordó Valero que, en su última etapa en el banquillo, el Uxama fue uno de los equipos que menos goles encajó: “Ese es el espejo en el que debemos mirarnos”, aseveró el madrileño. “Si no eres ordenado y muestras un rigor defensivo, la diferencia en el gol average se dispara”. Valero asume, con premeditación, lo que ha de hacer el Uxama: “Jugar a partidos con resultados cortos. Para eso, necesitas ser efectivo atrás”. Lo tiene todo estudiado. “Juntitos y ser verticales cuando robamos un balón”, la definición del Uxama de siempre, el de costumbre.
“Un equipo que mantiene mucha ilusión por jugar en Tercera división” se vertebra con jugadores propios de El Burgo de Osma, “base fundamental con jugadores de la tierra”. Método casero. Pilares que trabajan, estudian y, si pueden, juegan. La principal seña de identidad “se mantiene”: hay implicación “por vestir esa camiseta”, apunta Valero. Bastante ilustrativo es que el bloque burgense tan solo haya incorporado a dos fichajes en el nuevo proyecto, en manos de Valero: Albitre y José Ángel, para la portería. Refuerzos ‘made in Soria’. Además, recuperan a Eduardo Gil, quien ha estado un año parado.
El gol del Uxama será cosa de Alfonso Gonzalo Guijarro, pichichi casi por decreto. “Nos da muchísimo. Lo que hace falta es que lo tengamos enchufado y contento. Nos aporta mucha tranquilidad de cara a esos partidos con marcadores estrechos”, explica Valero, quien se refiere a Alfon como su “hombre gol”.