Juan García Verde, vecino de Calatañazor, se sienta en la Tribuna de Invitados.
Calatañazor es un pequeño pueblo medieval amurallado, como tal sus calles son estrechas y empedradas contando estas como la una única vía de entrada y salida. A lo largo de los años y como consecuencia del creciente turismo se han abierto más negocios pero también se ha agravado uno de sus grandes problemas, el tráfico rodado.
Llevamos años sufriendo el continuo tránsito de coches, autocaravanas, camiones, etc., que suben hasta el centro del pueblo suponiendo esto un peligro para los transeúntes (en su mayoría ancianos, niños en verano).El acceso de los vehículos también es fuente de contaminación acústica, CO2 y conlleva un desgaste del pavimento volviéndolo más resbaladizo. Además, este tráfico se convierte en una amenaza diaria para las viviendas, en especial para las que se encuentran en los puntos más angostos de la calle, como es el caso de la mía.
Mi casa siempre se ha visto dañada por camiones que pegan en las vigas que soportan el peso del segundo piso de la misma. Uno de los casos más graves sucedió en septiembre de 2012 cuando una autocaravana con un remolque de quads subió a gran velocidad desatendiendo las indicaciones del dueño del restaurante en el que iban a cenar. Por entonces el alcalde alegó que tráfico no se hacía responsable y las competencias no las podía asumir el Ayuntamiento exponiendo como única solución apelar al buen comportamiento de la ciudadanía. Vemos que, por supuesto, esto no es suficiente como tampoco lo son las señales informativas colocadas a la entrada del pueblo que yo mismo costeé.
Hace tan sólo unos días, el 2 de agosto se volvió a repetir un peligrosísimo suceso y es que un enorme camión de reparto estuvo circulando por el pueblo y a punto estuvo de causar graves destrozos en varias casas.
En todo este tiempo no se ha resuelto el problema, lo único que se ha hecho ha sido construir un parking en la iglesia de San Juan que, bien por estar más alejado de la entrada del pueblo o tal vez por estar peor señalizado, en realidad apenas se usa.
No podemos seguir con esta situación por más tiempo, viendo cómo se degrada uno de los pueblos más bonitos de la Provincia de Soria que ya en 1962 fue declarado Conjunto Histórico Artístico Nacional, por ello solicitamos se tomen medidas como la de prohibir la entrada de vehículos al pueblo (salvo residentes y casos especiales) algo que ya se viene haciendo en muchos otros lugares de Castilla y León de características similares, tómese como ejemplo Frías, Oña, Castrillo de los Polvazares o Peñalba de Santiago.