Se expone a condenas que oscilan entre los tres años que pide el fiscal y los cinco que interesa una de las acusaciones
Europa Press. El Juzgado de lo Penal número 3 de Valladolid celebra este jueves, 20 de septiembre, la vista oral del juicio contra el camionero de origen portugués Andrés dos S.C. por el atropello de dos ciclistas registrado en febrero de 2016 en la Ronda Exterior de Valladolid, en el que murió uno de ellos y otro quedó gravemente herido.
El juicio, que se prolongará hasta el viernes, tenía que haberse celebrado el 15 de mayo pasado, aunque entonces el juez se vio obligado a suspenderlo por problemas técnicos en la videoconferencia prevista para tomar declaración, desde Portugal, al camionero procesado, que ahora testificará en persona en los juzgados de Valladolid, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Entre los testigos que pasará por la sala se encuentra Aitor Martínez, uno de los dos ciclistas atropellado por el camionero que, a diferencia de su amigo Jesús Negro, salió con vida del siniestro, aunque muy malherido.
El ciclista, de profesión Policía Municipal, atribuye lo ocurrido a un posible "despiste" del camionero, al que testigos que circulaban por detrás vieron dar bandazos antes del trágico siniestro, bien porque iba pendiente del GPS o del teléfono móvil, según intuye Aitor Martínez.
El testigo y acusador reconoce que ni a él ni a su compañero les gustaba la carretera por la que circulaban, la Ronda Exterior de Valladolid (VA-30), pero explica que ese día tenían prisa por volver y no les quedó más remedio que utilizarla. Iban por el arcén, uno tras otro, y cuando se disponían a abandonarla a la altura de Arroyo se produjo el impacto.
"Siento que me desplazan y en segundos me veo boca arriba en el suelo con unos dolores terribles en la tripa, mientras que a Jesús le vi tumbado", relata Aitor de lo ocurrido aquel día tras el cual pasó siete días en la UCI y un mes hospitalizado del que salió en silla de ruedas para iniciar un duro proceso de rehabilitación durante 18 meses.
Pese a las secuelas físicas, con pérdida del bazo y ciertas limitaciones para los deportes de impacto, el agente de la Policía Municipal confiesa que el mayor daño es el psicológico por la pérdida de un amigo. Hoy luce en su cuello un colgante con la fecha de su nacimiento y la fatídica del día del accidente, un hecho traumático que le ha cambiado su forma de ver la vida.
Tal es así que a partir de aquella fecha el superviviente del doble atropello se toma cada día como el último, una nueva oportunidad para testimoniar su cariño a familiares y amigos. "Veo la vida de forma distinta, la vida es bella, un regalo, aprecio mucho más las cosas que antes porque me he dado cuenta de que en cualquier momento la puedes perder", apunta el agente.
ENDURECER LAS PENAS
Por su parte, Goyo Negro de Paz, hermano del ciclista que tuvo menos fortuna y falleció en el siniestro, advierte de que desde que aquel fatídico día no ha podido pasar el duelo porque tiene que "luchar para que lo que le hicieron a él no se lo vuelvan a hacer a nadie más", al tiempo que teme que todo concluya en una "sentencia blanda" que no va a "traer justicia" a sus vidas.
Negro de Paz recuerda la lucha que comenzó desde el momento en el que se produjo el accidente. Así, de la mano de Anna González, mujer de otro aficionado a la bicicleta que falleció tras ser arrollado por un camión y que ha impulsado la campaña #porunaleyjusta, se reunieron en el Congreso de los Diputados con diferentes grupos políticos.
"Todos nos han dicho lo mismo, que había que endurecer las penas y el artículo 142 del Código Penal", aclara, si bien no se han puesto de acuerdo en la duración de las mismas. Así PP y Ciudadanos han pedido elevarlas hasta los nueve años si hay atenuante de alcohol y drogas, PSOE hasta los seis y Podemos dejarlo como está, según apunta Negro de Paz, quien añade que las indemnizaciones no sirven para nada pues le parece "dinero sucio" que no va a gastar y que acabará donando.
Por eso, Goyo Negro de Paz solo pide que el camionero que provocó la muerte de su hermano "entre en prisión". "Fue el responsable de su muerte por una negligencia que podía haber evitado --iba utilizando el whatsaap según los informes-- y por eso queremos justicia", insiste.
Tanto Goyo como Aitor volverán a este jueves a revivir lo ocurrido, una vez que se celebre el correspondiente juicio por unos hechos que las acusaciones pública y particulares tipifican como constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia grave y otro de lesiones por imprudencia grave y solicitan penas que oscilan entre los tres años de privación de libertad, según el escrito de calificación del fiscal, y los cuatro y cinco años pedidos, respectivamente, por el letrado del herido grave y del ciclista fallecido.
Los acusadores interesan igualmente la privación del carné de conducir del transportista por espacio de entre cuatro y ocho años, petición esta última realizada por el representante legal de la víctima mortal.
En concepto de indemnizaciones, con responsabilidad civil directa de Allianz y subsidiaria de Transportes Couto S.A. y Transportes Nordestinos LDA, el fiscal pide para la familia del fallecido un total de 232.620 euros, de ellos 50.400 para su padre, 15.400 para cada uno de sus tres hermanos y más de 128.500 para su entonces pareja sentimental.
Por su parte, la acusación pública cifra en más de 40.000 euros las indemnizaciones para el otro ciclista que quedó gravemente herido.
El accidente se produjo sobre las 14.34 horas del 25 de febrero de 2016, cuando el transportista luso, al volante de un vehículo articulado compuesto por la cabeza tractora y un semirremolque, circulaba por el carril derecho de los dos existentes de la Autovía VA-30 (A-62 Cabezón de Pisuerga-A-62 Arroyo de la Encomienda) y, "como consecuencia de ir desatento a las incidencias del tráfico", según las acusaciones, arrolló a dos ciclistas a la altura del kilómetro 18,700.
El acusado no se percató de que por el arcén circulaban dos bicicletas conducidas por Jesús Negro y Aitor Martínez, de 35 y 43 años, respectivamente, el primero de los cuales falleció a causa de un politraumatismo y una hemorragia aguda, mientras que el segundo quedó malherido y sufrió importantes secuelas.