Su portavoz, Alberto Gil, considera que la medida que baraja la Junta y que era mencionada por la consejera de Hacienda sería “contraproducente”.
Toda vez que la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, lanzase ayer martes la opción de que los comerciantes puedan cobrar por el uso de los probadores en sus establecimientos como medida de defensa ante las compras on-line, el portavoz de los comerciantes sorianos, Alberto Gil, mostraba su desacuerdo con esta medida, que resultaría contraproducente.
Gil, que ha admitido que la extendida costumbre de muchos clientes que se prueban la ropa en los comercios para después adquirirla vía internet, ha subrayado que esta opción “pondrá más pegas” a las ventas físicas, ya que ello aumentaría “todavía más” las transacciones on-line.
Para Gil, esta medida, de aplicarse, sería “una patochada”, ya que las ofertas por internet ofrecen cada vez más facilidades para cambiar los productos, con devoluciones gratuitas del género adquirido. “No será una solución, sino todo lo contrario”, ha asegurado.
En cuanto a la situación del sector, el comerciante ha significado que sigue estando “mal”, al igual que el año pasado, donde las cadenas comerciales establecidas en Soria concluían con un descenso de ventas del 30% y este año “llevan casi un 50% menos” que en 2017.
Gil ha achacado este panorama por un lado a la climatología que se ha venido produciendo a lo largo de este ejercicio, con un mal arranque de año y con lluvias constantes “día sí y día también, de marzo a julio”. Por otro lado también ha reconocido que las ventas por internet siguen siendo la competencia más acuciante.
A esta descripción, ha añadido que las cifras de turismo que cada vez indican un mayor número de visitantes a capital y provincia no se aprecian en el comercio, incluso en establecimientos que abren en festivos. Por ello ha abogado por “asentar más población” y por “educar” en la necesidad de hacer uso del comercio local.
En cuanto a la apertura de nuevos negocios en la capital, Gil ha indicado que la situación se encuentra en el modo “stand by’, esto es, en una pausa en la que, por el momento, no se aventuran cierres o al menos existe una cierta compensación en el número de establecimientos. "Si cierra uno, abre otro", ha concluido.