El cuadro amarillo debuta este sábado (19:30 horas) contra el Covandonga, un “rival duro” que intentará desestabilizar la racha de los sorianos, quienes desde el pasado 25 de febrero no pierden en la competición doméstica. Partido a partido –objetivo número uno– y sin mirar nunca la clasificación. El San Andrés empieza alumbrando la segunda etapa del míster zaragozano.
Suena el despertador. Es hora de que el Club Balonmano Soria, mientras enseña los dientes, se levante de una siesta deportiva que le ha alejado, durante más de tres meses, de la competición oficial. El equipo soriano, comandado por el maño Daniel Bandrés, alza el telón este sábado (19:30 horas) en el Polideportivo San Andrés. El bloque amarillo debuta en casa contra el Covadonga. Primera jornada doméstica, bajo la supervisión del público local, en la Primera división Estatal Masculina de balonmano. La mecha balonmanística arde ya en el San Andrés, el punto de partida en esta temporada 2018-19.
“Con mucha ilusión, con mucha ambición también. Se mantiene la ilusión del año pasado y sumamos un poco de ambición, porque estuvimos construyendo un equipo y ahora los chicos están bien preparados. Queremos ser ambiciosos”, cuenta Bandrés a Soria Noticias. El maño, ante su segunda etapa consecutiva, sentando en la primera fila del banquillo del BM Soria. “Hay que ser competitivos en todos los partidos”, la premisa con la que titula su libreta de notas. Bandrés continúa una temporada más, al menos, ya que el club acabó por cumplir lo que él solicitaba: “La mayoría de los chavales continúan”. Esa fue una de las condiciones que puso y “la directiva hizo el esfuerzo”. “Mantener el bloque” a toda costa. “Era vital”, redunda. Seguirán impartiendo la misma metodología, aunque “añadirán” conceptos nuevos: “En defensa seremos más versátiles y en ataque daremos continuidad a lo aplicado el pasado año”, apunta Bandrés. “La idea inicial de ser muy intensos en defensa y correr, posteriormente, se mantiene”, asegura.
Sobre el debut contra el Covadonga, se afronta esa primera contienda de Liga “con ambición, pero también con humildad porque se trata de un recién descendida de División de Honor Plata, con buenos jugadores y un buen cuerpo técnico”, caracteriza Bandrés. Un rival duro de roer. “Como la mayoría, pero éste un poco más, si cabe, porque no lo conocemos. No tenemos esa experiencia”, reconoce el míster de los sorianos.
El BM Soria, un equipo a tener en cuenta. Se muestra imbatido en Liga desde el pasado 3 de marzo. Después de superar (32-24) al Vinovetusta en Soria, el conjunto soriano, que llama a sus aficionados a sumarse al amarillo en la captación de nuevos abonados, sumó otros ocho triunfos más. Invictos. No conocen la derrota desde esa fecha. Una anécdota para Bandrés: “A mí no me da vértigo esa estadística, sinceramente. Ni me acordaba de que estábamos invictos. No es una cosa que esté en mi cabeza”. Tampoco les preocupa “mucho” la clasificación: “El objetivo es centrarse en cada partido. Hablar de objetivos… Son cuestiones efímeras que no ocupan nada en nuestro día a día. Al final sólo generan presión”, destaca Bandrés. Objetivo número uno del BM Soria, “el partido ante el Covadonga”. No hay nada más allá.
A mediados del pasado mes, el BM Soria se calzó las deportivas y se puso a practicar bajo el sofocante calor de agosto. Menos físico y más técnica. Preparación enfocada a la exigencia en los respectivos partidos amistosos. A calibrar la madurez de un bloque que mantiene la esencia del pasado curso. “Respecto a la temporada anterior, hemos jugado partidos más exigentes (durante la preparación veraniega)”, explica Bandrés, quien considera que el equipo “está más hecho”, respecto la pasada campaña. Han abordado “partidos más competitivos” porque “es lo que nos vamos a encontrar en la Liga”, apunta el zaragozano. “Una pretemporada muy centrada en la competición y en el balonmano”, define Bandrés. Los sorianos, en el primer test de pretemporada, auparon el Trofeo Cipotegato (14-29) en la pista del BM Tarazona. A ese desplazamiento le siguieron las pruebas acontecidas en Santoña y en Zaragoza. El sprint final, en Soria, contra el Stadium Casablanca (25-18).
Mario Rubio, David Villoslada, el portero argentino Julián Felenbok y Eduardo Gallego, segundo entrenador que será “la mano derecha de Bandrés” esta temporada 2018-19, son los nuevos fichajes que refuerzan la solidez de un proyecto, marcado por las pautas del técnico aragonés, quien explica que el BM Soria se ha reforzado acorde a lo que buscaba en el mercado: “Hemos conseguido lo que queríamos”, narra. “Julián es un portero con mucha proyección. Muy anticipativo y con muy buenas acciones desde los seis metros; Mario, un chico muy polivalente; David, un jugador de equipo que se mueve muy bien en la posición de central”. Bandrés da el visto bueno a los fichajes.