12 vecinos de Yanguas han decidido despojarse de la ropa y la vergüenza para recuperar el tañir de las campanas de la Iglesia de Santa María gracias al calendario 'Yanguas al desnudo'. Ahora, con todas las expectativas superadas y la intención de sacar una segunda edición, se fijan otro objetivo.
Hace ya tiempo que el sonido de las campanas de la Iglesia de Santa María de Yanguas no era el mismo. El paso del tiempo y el deterioro de los materiales se habían encargado de inutilizar las campanas de volteo manual y en uno de los pueblos más bellos de España (con certificado oficial) se tenían que conformar con un tañir debilitado.
"Los vecinos, especialmente los de más edad, estaban tristes y en el pueblo no paraban de escucharse las quejas", explica Pablo Febrero, vecino de Yanguas. El malestar era evidente y en esta ocasión la solución se encontró en frente de la barra de un bar. "Un día decidimos dejar de quejarnos y pasar a la acción".
Y la acción pasaba por quitarse la ropa y aprovecharse del morbo de familiares, amigos y conocidos para conseguir recaudar los 3.600 euros que cuesta arreglar las campanas. Yanguas iba a tener su primer calendario de desnudos con fin social.
Con los 12 voluntarios "sin vergüenza" para ponerle rostro y cuerpo a los doce meses del año convencidos (Pablo bromea al señalar que no hizo falta prometer cenas ni otros señuelos igual o más atractivos) y el escenario más que a la altura sólo restaba encontrar fotógrafo.
Este tampoco estaba lejos. Juan Mantilla, fotógrafo habitual de Yanguas y residente en Madrid, "se decidió a colaborar nada más conocer la idea y con él sabíamos que el resultado iba a estar a la altura".
Con todo ya bajo control hubo que esperar algún tiempo para hacer las fotos. El verano proporcionó la temperatura adecuada para que despojarse de toda prenda de abrigo no fuese sólo una cuestión de osadía.
Ahora, con los 540 calendarios impresos y la campaña de crowfounding paralela recaudando euro a euro, llegan las buenas noticias. "Se han superado todas las expectativas. Podemos avanzar que ya se ha conseguido el primer objetivo y disponemos de los 3.600 euros que necesitábamos", aclama Pablo, más conocido ya por ser el mes de diciembre.
La respuesta "de público y crítica" ha sido "espectacular" y no paran de llegar pedidos. Por eso, y aquí viene la primicia, han decidido imprimir una segunda edición del calendario 'Yanguas al desnudo'.
El motivo, aclara Pablo, es aprovechar el tirón e intentar "iluminar la Torre de San Miguel", patrimonio del siglo XII que podría renovar su imagen gracias a doce intrépidos vecinos.