El expolio de seis templos en la provincia, desde el pasado mes de agosto, ha hecho sonar todas las alarmas. Patrimonio, Diócesis y Guardia Civil se han puesto a trabajar, con más vigilancia y un dispositivo especial de investigación. Creen que las piedras y columnas robadas se reutilizarán en la construcción.
El jefe del Servicio Territorial de Cultura de la Junta, Carlos de la Casa, cree que el material robado en los expolios que se han producido desde agosto, en templos aislados o en ruinas de la provincia, acabarán siendo reutilizados en la construcción, para casas o chalés. Así lo piensa, a la vista de la forma de actuar de los expoliadores. De la Casa recuerda que hace años, también se produjo una serie de robos para llevarse piedras.
“Pero la oleada se va a cortar rápido. La Guardia Civil está tomando medidas, y ha intensificado la vigilancia y la investigación de estas actuaciones, que son expolios, eso es incuestionable”, afirma de la Casa.
No le pasa desapercibido que los expolios se han producido en iglesias y ermitas muy aisladas o en ruinas, y que el objetivo de esos ataques contra el patrimonio ha sido arrancar piedras de sillerías, arcos y columnas, seguramente para ser reutilizados en la construcción.
De la Casa lamenta muy especialmente, por su valor, la desaparición de dos capiteles románicos (fechados a finales del S. XII o principios del S. XIII) y sus respectivas columnas, en la ermita de San Lorenzo de Boós. Este templo llevaba en ruinas tres décadas.
Y también ha sido llamativo el robo del pórtico del siglo XI en la ermita de La Mercadera, de Rioseco, que ha quedado completamente arrancado, y para lo que los autores podrían haber necesitado un par de días. Parece que han utilizado maquinaria pesada.
Los expolios también se han producido en la ermita de Ulagares de Castilruiz, de la que se llevaron dinero de los donativos de los fieles, algunos objetos de culto de escaso valor y herramientas de construcción, ya que se encontraba en obras. En la iglesia parroquial del despoblado de Masegoso entraron, pero no se llevaron nada. Hace años sí que robaron algunas piedras labradas.
Curioso, igualmente, el expolio en la iglesia de otro pueblo abandonado, el de Valdegrulla. Han arrancado los sillares de las ventanas y las rejas de forja.
El último intento de robo ha sido en la iglesia de Nafría la Llana (municipio de Golmayo). Es una iglesia románica. Han arrancado una columna de la puerta principal y parece que se quisieron llevar el capitel o algo. Han roto una de las piedras del conjunto de la columna y finalmente, no se han llevado nada.
No es casual el hecho de que los templos expoliados se encuentren en ruina. No es de extrañar, por tanto, que alguien se haya fijado en esta circunstancia, y haya querido llevarse sillares, piedras y muestras del románico rural soriano que, sorprendentemente, siguen abandonadas.
El subdelegado del Gobierno, Miguel Latorre, ha corroborado que la Guardia Civil cuenta con un dispositivo especial de investigación, para esclarecer los expolios, que se está trabajando con discreción, y apela a la colaboración ciudadana, que es un elemento clave, para prevenir este tipo de robos en el medio rural. Latorre pide a los vecinos que avisen ante la presencia de personas extraña, o ante cualquier movimiento sospechoso.
Guardia Civil, Diócesis y Patrimonio coinciden en destacar la importancia de la colaboración ciudadana, para evitar los expolios. Piden a los vecinos de los pueblos que avisen cuando detecten gente desconocida, o algún ruido o movimiento extraño.
La Diócesis de Osma-Soria muestra su “pesar más hondo, con la conciencia de que los únicos responsables de estos ataques son los que cometen este tipo de actos delictivos”. Asimismo, señala que “nuestro deseo sería mantener restaurado todo el patrimonio religioso, pero la realidad es que la despoblación y la falta de medios económicos hacen inviable esta aspiración”.