La localidad soriana, a 20 kilómetros de la capital, se compone de unos 182 habitantes censados y se expande ampliamente a través de 132,84 kilómetros cuadrados. La ruta propuesta, entre tres lagunas, majadas, una ermita o dos molinos, por el monte de cubo, alcanza los 13,5Km de extensión (unas cuatro horas a pie).
Todos los caminos llevan a Cubo de la Solana, una pequeña localidad soriana que engaña a la vista. Es pequeña en cuanto habitantes, pero inmensa respecto al amplio paraje que abarca. Extensos senderos que parecen no tener fin, una ermita aislada en el monte que le rinde tributo a la Virgen de la Solana y lagunas en las que el agua aparece y desaparece. Cubo de la Solana ni te lo imaginas...
A unos 20 kilómetros de la capital soriana se encuentra Cubo de la Solana, que concentra a unos 182 habitantes censados, entre Almarail, Cubo, Ituero, Lubia, Rabanera del Campo y Riotuerto, y abraza unos extensos 132, 82 kilómetros cuadrados. Si el viajero escoge la ruta PRC-SO 64, por el Monte de Cubo de la Solana, se enfrentará a unos 13,6 kilómetros de recorrido. Unas cuatro horas delimitan el trayecto que enseña una dificultad media.
Elementos naturales y edificados como la Fuenzuela, la Ermita de la Virgen de la Solana (donde el pueblo celebra la popular ‘Comida de los Cazadores’ el último domingo de cada agosto), los molinos, la Cerrada de la Changa, la Ladera la Carrasca, la Majada Lobito o el Mojonazo embellecen y rodean Cubo de la Solana en la ruta a pie. El silencio y el canto de los pájaros, protagonistas absolutos que copan el paraje natural.
A Cubo de la Solana le pasa lo que al Guadiana: las tres lagunas de la amplia localidad soriana (Laguna Redonda, Laguna Guijosa y Laguna Larga) también aparecen y desaparecen, según quiera el agua acumulada. Sus cubetas son poco profundas y se ubican sobre sustratos impermeables en los que el agua difícilmente se pierde por infiltración, permaneciendo inundadas temporalmente cuando las condiciones de lluvia son las adecuadas. Sus pérdidas son por evaporación, por lo que tras largos periodos sin lluvias llegan a secarse.
Los montes del Cubo de la Solana están compuestos por dos nobles especies parientes entre sí: el quejigo
(Quercus faginea) y la carrasca (Quercus ilex susp. ballota). Esas dos especies envuelven la fragancia desprendida por la localidad soriana, que se encuentra entre montes.
Ermita de Cubo de la Solana. A pocos metros de donde se edifican las casas de la localidad, y por el Camino de la Solana, descansa la Ermita de la Virgen de la Solana, aislada en el monte. En los alrededores de ese recinto católico, levantado a base de ladrillos y complementado con dos campanas, se celebra la popular ‘Comida de los Cazadores’ todos los domingos que cierran el mes de agosto. La ermita queda rodeada por un extenso merendero, colindante con el río Duero.
Tres lagunas. Tres lagunas (Laguna Redonda, Laguna Guijosa y Laguna Larga) dan de beber, cuando la lluvia lo permite, a Cubo de la Solana. Porque esas áreas acuíferas aparecen y desaparecen, cuando las condiciones de lluvia no son las adecuadas. Se evaporan fácilmente.
Cubo de la Solana. Cubo de la Solana, la cual se encuentra a unos 20 kilómetros de la capital de Soria, alberga 132, 82 kilómetros cuadrados y tiene empadronados a unos 182 habitantes. El Ayuntamiento de Cubo de la Solana está regido por Juan José Delgado Soto.