Jinetes a caballo han conducido a los ejemplares de vacas avileñas hasta la localidad.
Borobia ha repetido este sábado 3 de noviembre la tradición de la trashumancia de ganado vacuno. Varios ejemplares de la raza avileña han enfilado el ‘Camino Viejo’ para ser traídas hasta Borobia por jinetes a caballo.
Referencia histórica de la Trashumancia en Borobia, por Alberto Jiménez Carrera, Doctor e historiador de la localidad.
La tradición trashumante de los ganaderos moncaínos, según la referencia histórica facilitada por Alberto Jiménez Carrera, va asociada a la tradición comercial, que desde la Edad Media, siglo tras siglo, han visitado las dehesas de Navarra y Aragón, de los valles del Ebro y del Jalón.
Desde por lo menos el siglo XV ésta fue, de hecho, la principal actividad de Borobia, y la que sustentó el importante desarrollo demográfico que experimentaron estas villas a lo largo de la Edad Moderna.
La lana “reviriega” moncaína competía favorablemente en los mercados frente a las lanas churras sorianas, estableciéndose dos culturas claramente diferenciadas, que a menudo entraban en competencia.
El acento, folkore, urbanismo e idiosincrasia de los pueblos moncaínos tiene que ver con su rayanidad, pero sobre todo con esa tradición migratoria, de la que participaban no sólo los pastores, sino también, esquiladores, arrieros y jornaleros.
Sin ir más lejos, según cuenta Loperráez en el siglo XVIII en Borobia se comerciaba con dinero aragonés, y parte de su población pagaba la mitad del diezmo en Navarra o Aragón.
La emigración de los pastores hacia las dehesas del valle tenía lugar el día 30 de Septiembre, fecha en que acaba el periodo de pastos de verano en la dehesa de Tablado.
Los ganados se alejaban por las cañadas y veredas que atravesaban el Moncayo por Purujosa y Beratón, y los pueblos moncaínos quedaban diezmados de población. La principal de estas cañadas es la llamada “Cabañera del Moncayo”, que parte precisamente de Borobia, en dirección a Aranda, por la Umbría de Tablado.