La séptima jornada de la Superliga no esconde las urgencias que tienen tanto los sorianos como los blaugranas. “A cara de perro”, pues les urgen los puntos, los de Sevillano, antepenúltimos, reciben al penúltimo clasificado en el segundo partido consecutivo en el Pabellón Los Pajaritos.
De todo se sale. El agujero negro en el que anda soterrado el Río Duero empieza a adoptar un cierto color propio del repunte que se persigue. Con el reflejo de la contienda ante el Unicaja Almería de fondo, la agrupación celeste afronta el segundo partido consecutivo en el Pabellón Los Pajaritos (19.15h) ante el FC Barcelona. En sendas situaciones perplejas, pues tanto el Barça como el Río Duero vivían mejor posicionados en la temporada 2017-18, la séptima jornada de la Superliga encierra el partido de las necesidades. En Soria, el antepenúltimo recibe al penúltimo. Ver para creer.
Pasen, que en una tabla donde los 'pequeños' ya no son considerados como tal, que en el vagón de la cola todavía caben más sorpresas. El Río Duero o el Barça se harán más sangre de la adversa situación por la que atraviesan ambos. Los sorianos, volcados en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, asumen otro reto: darle la vuelta al calcetín y remontar mediante la subida de varios peldaños de esta Superliga. La situación del Río Duero no es ni “cómoda” ni “glamurosa”. “Hay mucha urgencia por salir de ahí. Estamos empatados con los que marcan el descenso. Llevamos así seis jornadas. No estamos acostumbrados. Yo no lo he vivido nunca”, reseñó Manolo Sevillano, entrenador-jugador del Río Duero, en rueda de prensa. “Respirar y buscar más clasificación”, los objetivos más inmediatos.
La armada de Sevillano asume la navegación que adoptó la semana pasada ante el Unicaja Almería en Soria. Esa es la senda a seguir. El míster espera que así sea. “Me gustaría y lo espero. La manera de jugar y afrontar el partido ante el Almería se ha de trasladar a equipos que, teóricamente, no son superiores”, alegó el míster. El Río Duero se ha percatado de que “en esta Liga somos uno más”. Por eso Sevillano huye del favoritismo, pues “los puntos que ganemos se conseguirán por lo que hagamos en el campo, no por nombres”. Río Duero-FC Barcelona, contienda a la par.
Sevillano salió “contento entre muchas comillas” tras la dulce derrota (1-3) ante el líder almeriense. Porque el Río necesita “los puntos” como el comer. “Nos urgen”, redundó. Compensarían más que “el jugar bien”. Las situaciones del FC Barcelona y Río Duero no se corresponden a la trayectoria de ambos conjuntos durante la campaña 2017-18, cuando vivían arriba, y “eso marca cómo es la Liga de este año”, determinó un resignado Sevillano. ¿La realidad? Sorianos y catalanes se enfrentan para escapar del averno. Según el míster, L’Illa de Grau marca la tabla y de ahí para abajo, “somos muchos los equipos para darnos de palos”.
Tirar y “agresividad”, el cuaderno de bitácora del Río Duero ante el FC Barcelona en Soria. Evidentemente, “el Barça, que es muy buen equipo, no es el Almería. No es tan completo, tiene más puntos débiles y más sitios en los que rascar”, desenmascaró el preparador soriano. Al frente de la expedición culé, Galindo, “de los mejores receptores de la Liga”. Consideró Sevillano que el jugador top de los azulgranas sigue ahí “porque él es de allí y no se quiere mover, pero podría estar jugando en Almería o Teruel”. Sergi Arranz es otro “pedazo de jugador”, alabó. Ante el Barça, “una pelea a cara de perro entre los dos, la cual podemos ganar, desde luego”, pronosticó el de Rioseco. El partido no tocará “una tranquilita marcha militar al paso”, ya que al Río Duero le tocará “correr, y mucho”.
“Nuestra plantilla es buena y juega muy bien”. Sin embargo, Manolo Sevillano hace sonar la corneta: jugadores, prohibido romper filas. Manu Salvador, insignia contrastada en este nuevo proyecto del Río Duero ha perdido su peso específico en las últimas contiendas. “Manu Salvador es uno más que deberá pelear. Este año hay mucha competencia en el apartado de receptores. Como en todos los equipos del mundo, lo que ha pasado siempre, los dos que estén mejor son los que juegan”, determinó el entrenador-jugador de los celestes. “Con Marcelo y Luis Martín también ocurre”, ejemplificó. Para Sevillano, prima la competencia sana en la que un jugador tenga que ganarse el sitio: “Cuanta más competencia en un vestuario ha de significar que el equipo eleve el nivel”, detalló.