Este año se han detectado en la reserva de caza 27 animales por los 421 registrados en 2017 por estas fechas.
La Junta continúa realizando un seguimiento activo la evolución de la sarna en cérvidos dentro de la Reserva Regional de Caza de Urbió para detectar ejemplares afectados por esta enfermedad, tanto muertos como vivos. Cuando es localizado un animal vivo con síntomas evidentes de la enfermedad se procede, siempre que es posible, a su abatimiento. De los ejemplares abatidos, así como de aquellos que se encuentran muertos, se toman muestras de piel que se remiten al Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería para su análisis en laboratorio. Esta toma de muestras no se hace en aquellos restos encontrados en avanzado estado de descomposición. Para evitar la propagación de la enfermedad, los restos se entierran a cierta profundidad con cal viva.
Hasta la fecha, desde que se iniciaron estos seguimientos específicos en el mes de marzo de 2014, se han detectado 441 ejemplares con síntomas de la enfermedad, de los cuales 134 se corresponden con ejemplares hallados muertos y 310 con avistamientos de ejemplares vivos. De estos últimos, 168 ejemplares fueron abatidos por celadores medioambientales. Se han enterrado con cal viva 239 ejemplares y se han entregado para su análisis en laboratorio muestras de 199. Por cuarteles de caza de la Reserva, donde más casos se han detectado hasta el momento desde el inicio de este episodio es en el Cuartel IV (Valdeavellano de Tera), con 100, y en el Cuartel I (Yanguas), con 91 casos.
En lo que va de año, el número de notificaciones en el Servicio Territorial de Medio Ambiente ha disminuido y se observa una pequeña recuperación de las poblaciones de ciervo en algunos cuarteles. A lo largo de 2018 se han detectado 27 ciervos con esta sintomatología (421 en 2017 a esta fecha), de los que 8 han sido hallados muertos y 19 vivos, de los que se han podido abatir 10 ejemplares. El cuartel donde mayor repunte ha habido respecto a la temporada anterior es el VI (Vinuesa).