El judoca soriano, primer deportista Sénior en la provincia que se cuelga una presea dorada en un Nacional, aún debe sufragarse, casi en su totalidad, los gastos vinculados a los desplazamientos propios de los torneos a los que asiste. Apenas recibe apoyos económicos y pide a gritos un patrocinador para seguir alimentando su leyenda en las artes marciales.
Sujeta y enseña, medio orgulloso, un pedrusco del tamaño de la piedra filosofal. Un oro como una casa, tan grande como un Nacional de Judo. A Alexis Rosa, que ha dejado de ser promesa para convertirse en el timón judoca de la provincia de Soria –es el primer Sénior soriano en colgarse un metal dorado en esa disciplina– no le beneficia deportivamente la presea española. Necesita obtener medallas internacionales para acabar disputando campeonatos europeos y mundiales. Sin embargo, esos viajes suponen desembolsos económicos. Por ahora, los gastos (desplazamientos, torneos, etc.) corren, casi en su totalidad, de su bolsillo. Quizás, con esta fórmula sintáctica encuentren el germen de una de sus desilusiones: este joven de 22 años, con licencia gallega, militante en el Judo Club Shiai de A Coruña y campeón de todo, tan sólo ha cobrado una beca en su vida: 300 euros en 22 años de existencia.
Soria Noticias: Campeón, se le felicita por ser el primer judoca soriano en colgarse un oro en categoría Sénior y en un Campeonato de España.
Alexis Rosa: Me alegra bastante este Campeonato. Pero, me ha sorprendido que el año pasado, con 21 años, conseguí una plata en ese mismo Nacional y no tuvo repercusión para nada… Realmente, no hay mucha diferencia entre una medalla y la otra.
SN: La diferencia, el color.
A.R: Hablo de repercusión en Soria. Por otro lado y a día de hoy, repercusión a nivel económico, ¡cero! Motivacionalmente, este oro me sienta bastante bien. La verdad es que llevábamos un tiempo en el que no sabíamos que hacer, ya que tenemos esa barrera económica que no nos permite competir fuera. Este oro supone decir que: "¡Bueno, por lo menos estamos haciendo las cosas bien!".
SN: No le vemos muy feliz.
A.R: Es que realmente, este oro, a día de hoy, no me sirve de mucho. Simplemente, para mantener la beca en el CAR de Madrid y poco más. Sólo he cobrado una beca en mi vida, unos 300 euros provenientes del Ayuntamiento de Soria. Esta beca cambió sus bases al año siguiente para que no pudiésemos acceder, por el mero hecho de tener licencia gallega. Yo soy soriano, he vivido aquí toda la vida y mis padres pagan los impuestos aquí. No entiendo por qué se hace eso… En la actualidad, lo máximo que he cobrado son 300 euros. Me ficha el Judo Club Costa Teguise (Lanzarote) para disputar la Liga Nacional y algo me pagan. Hago tres jornadas con ellos. Competimos en Primera división. Me ayudan, si, aunque con poco dinero. Ellos hacen lo que pueden.
SN: No estará intentando decir que los costes de los desplazamientos y que las mismas competiciones corren de su bolsillo, ¿verdad?
A.R: La ayuda de mis padres, yo que trabajo en verano y durante el año intento dar clases de Judo a los niños. Con eso voy sobreviviendo.
SN: ¡Cómo está el patio!
A.R: Me parece que es un poco vergonzoso… No sé cómo está la situación en otros deportes. La verdad es que sin dinero no puedes salir a competir fuera porque la Federación no te da la oportunidad, a no ser que estés muy arriba en el ranking mundial. Es complicado…
SN: Y en ese ranking, ¿dónde se ubica usted?
A.R: Más o menos, situado en el 300. Es completamente irrelevante. Con cualquier resultado internacional, subiría 50-100 puestos. A día de hoy, es como si no estuviese en ese ranking.
SN: Dicen que viajar es precioso.
A.R: Con el dinero que tenemos, intentaremos hacer una gira americana, que se compone de tres campeonatos. Estoy haciendo cuentas, porque no sé si me llega (dinero). En América, intentaremos sacar medallas. Allí, el judo está menos desarrollado. En un mes, voy a Lisboa. Intentaremos, también, entrenar en Europa.
SN: Su situación es compleja. Vive a caballo entre Madrid, A Coruña y Lanzarote. Más que un judoka, le pega más el nombre de Willy Fog.
A.R: Es una situación un poco rara. Debido a la falta de ayudas y a los problemas que nos daba la Federación de Castilla y León –con 12 años no me permitieron presentarme a un Campeonato de CyL y no pude competir en todo el año–, mi entrenadora pidió un cambio de licencia. Al final, una Federación no deja de ser una empresa privada que maneja dinero público. Entonces, si no hay un control real sobre lo que están haciendo con ese dinero, este nunca llega.
SN: Y se fue a Galicia.
A.R: Creo que fue la primera vez que se hizo en España, por lo menos, en judo. Nosotros pasamos a ser Judo Club Finisterre. Dos clubes (uno de Soria y el otro de Valladolid) cambiaron todas sus licencias. De Castilla y León a Galicia. Establecieron ahí su sede social. A raíz de que nosotros hiciésemos eso, cada vez más gente tiraba hacia Galicia. Para que os hagáis una idea, Castilla y León clasificó, aproximadamente, a cinco personas de categoría Sénior para el Nacional; Galicia, ¡a 40-41! De los cuales, 20 no eran gallegos. La gente se va donde realmente le brinden apoyo. Económicamente, el Judo Club Shiai (la entidad a la que defiende) no puede ayudarme mucho. Es un club pequeño. Tengo la licencia con ellos y ya está.
SN: Quizás, muchos de los sorianos y sorianas no saben que tienen entre ellos a un campeón Sénior de España.
A.R: Que la gente me conozca o no, me da un poco igual. A mí, con poder competir ya me vale.
SN: ¿Qué estado de salud cree que goza el judo en Soria?
A.R: Si no me equivoco, creo que aquí el judo está desapareciendo. Mi exclub, el Judo Club Soriano, lo hizo. Aquí, por lo que sé, ha habido unas 300 licencias de Judo. El problema es que se ha dejado de trabajar. Mi entrenadora tuvo problemas con la Federación de CyL y con el Ayuntamiento de Soria.
SN: Se la tiene jurada a Soria, ¿eh?
A.R: Aquí en Soria hubo un problema con el judo. Antes de irme a Galicia, hicieron un campeonato al que no nos invitaron y resultó que ese clasificaba para el Campeonato de Castilla y León. Era el primer año en el que iba a competir. No pude hacerlo…
SN: Analícese. ¿Cómo es Alexis Rosa encima del tatami?
A.R: Luchador. Encima del tatami, hay que intentar ganar a quien sea.
SN: Detrás de usted, un gran judoca, se encuentra una gran mujer, su entrenadora Sandra García.
A.R: A su lado, estoy muy contento. Ella me exige entrenar lo máximo posible. Realmente, lo hace caritativamente, ya que no cobra absolutamente nada y pierde mucho tiempo en nosotros. Hay que estarle agradecido.
SN: Sandra vive aquí, en Soria, y usted, entre A Coruña, Madrid y, asiduamente, en Lanzarote. Recibe órdenes y direcciones desde la distancia.
A.R: Llevo con ella desde que tengo cuatro años. Quedamos de vez en cuando para hablar de los objetivos técnico-tácticos. Sandra es mi apoyo. Cuando tengo un problema, la llamo y ella me lo soluciona.
SN: Como el genio de la lámpara.
A.R: Su gestión, hacer que todo funcione, además de ayudarme con el judo. En Madrid tengo entrenadores, pero ella es la que encaja todas las piezas.
SN: Siempre y cuando el apoyo económico aparezca, ¿objetivos a corto y largo plazo?
A.R: Para ir a un campeonato de Europa nos piden dos medallas; para asistir a uno del Mundo, tres.
SN: Bien, ya tiene una: el oro en el Campeonato de España.
A.R: No, no tengo ninguna. Esta –la española– no cuenta. Necesito medallas internacionales, del mismo circuito internacional. Hasta hace poco, sólo podía participar en Copas del Mundo. Ahora, parece ser que me dejan participar en otras copas, pero, claro, ¡son más caras! En 2019, hay que intentar conseguir una medalla internacional como sea. Una por lo menos. Estaría muy bien que os dijera que el objetivo a largo plazo es ir a unas Olimpiadas o a un campeonato del Mundo, pero, a medio-largo plazo hay que intentar buscar un patrocinador. Este nos daría un empujón para seguir hacia adelante. Contacté con 15 empresas sorianas y ninguna quiso patrocinarme.