Entre Ascensión Pérez, alcaldesa de dichas localidades de Tierras Altas, y Laura Díez, Teniente Alcalde, forzaron los cerrojos de un objeto patrimonial que sólo cede con el contacto de dos llaves, un símbolo de confraternidad el Día de Reyes.
Jornada tradicional y especial, a partes iguales, tanto en Almarza como en San Andrés de Soria, entidad local menor de la primera, en el día de Reyes, 6 de enero. Como tributo a Epifania del Señor, ambas localidades se cruzaron en el paraje de 'Canto Gordo' (punto que une a ambos territorios) para dejar varada la arca, la cual contiene dos llaves y documentos firmados por la realeza. La atleta soriana Marta Pérez, madrina en esta ocasión, fue testigo del ceremonial acto. Era la invitada.
En los prolegómenos del Traslado del Arca, que salió esta vez desde San Andrés, se congregaron dos Misas (13:00h) en ambas localidades. Como de costumbre. Poco frío y un sol despampanante en este histórico día para San Andrés de Soria y Almarza (la tradición se remonta al año 1.329 y el Arca contiene más de 100 documentos y cuatro sellos de plomo pertenecientes a los cuatro reyes de Castilla que concedieron privilegios a una Hermandad constituida por Almarza, San Andrés, Cardos y Pipahón).
Acompañada de dulzainas, tambores y música, salió el Arca desde San Andrés. ¡Arriba con ella! Una serie de niños la aupaban; uno de ellos, sentado arriba. Cientos de fieles siguieron al Arca hasta 'Canto Gordo', donde quedaría quieta sobre una lona roja. Allí, esperaban las autoridades: Ascensión Pérez, alcaldesa del municipio de Tierras Altas, Laura Díez, Teniente Alcalde, Miguel Latorre, Subdelegado del Gobierno en Soria, Marta Pérez y otras personalidades de Villar del Río, Arévalo de la Sierra o Fuentecantos.
Entre Ascensión Pérez y Laura Díez abrieron un Arca que sólo cede su cerrojo al recibir el contacto de las dos llaves, símbolo de fraternidad. Pérez introdujo dentro la actualización (recopilada en un pen drive) más reciente de Almarza y San Andrés. La explotación de La Dehesa, lo más relevante, se colaba en el interior.
Aprovechando el día en el que se encontraba, “¡Qué magnífico regalo de Reyes”, comenzaba así su exposición una Ascensión Pérez que presentaba el aquel arca como “nuestra fiesta”. Porque “no hay otro acto igual, por su permanencia en el tiempo: 700 años”. Sin lugar a duda, el Traslado del Arca, “la envidia de la región”. Para Pérez, ese legado costumbrista implica que “nuestros pueblos (Almarza y San Andrés) están vivos”. Además, “la historia la hacemos día a día”, pronunciaba.
La alcaldesa de Almarza y San Andrés de Soria pasó a referirse a los niños y niñas que se encontraban en el lugar. Pérez contextualizó que “encima del arca iba un niño, eso es síntoma de continuidad. Le cedió el turno de palabra a los pequeños sorianos. Como si fuese Isabel Gemio, la alcaldesa preguntaba y esperaba la inocente respuesta de uno niños y niñas que estuvieron a la altura del acto. Se emocionaba Carolina al hablar del arca; Andrés, que se llama de tal forma por haber nacido concretamente en San Andrés de Soria, le dijo “la verdad” a la alcaldesa, pues en 2019 le toca “hacer la Comunión” y no puede decir mentiras.
Ascensión Pérez, quien arengaba a los suyos con firmeza, explicó que hoy "San Andrés y Almarza se unen en su máximo esplendor. Pérez celebraba esa “unión, que hace la fuerza”. El baño de masas era abismal y lanzó ‘dardos’: “Nuestros pueblos tienen futuro. Nos lo creemos, pese a la falta de ayuda recibida. Soria, la gran olvidada”, narró. La alcaldesa de esas localidades de Tierras Altas reconoció “la labor de la plataforma Soria YA” en esos aspectos.
Por su parte, Laura Díez expresó encontrarse “en un lugar mágico y lleno de historia”. Quiso dedicar “unos minutos para pensar en el entorno y para ser más sensibles con las gentes que nos rodean”. La Teniente Alcalde deseó “salud y prosperidad –léase entre líneas– en 2019”.
Ascensión Pérez se precipitó. Se dejaba “lo principal”. Ya casi cerraba el arca y se olvidaba de dar paso a la bicampeona española de los 1.500 metros lisos. La vecina de Barriomartín, Marta Pérez, destacó que “la vida es movimiento y memoria”. Tiró de prosa. Ella, que ha recorrido todos esos senderos, entre Almarza y San Andrés, detallaba que “la riqueza de esta tierra es suprema”. Asentía. Así se lo han inculcado. Se sentía “pequeña” delante del arca: “Nuestra cultura es parte de nuestra identidad”, revelaba la atleta soriana. Sin olvidarse del pasado y el legado de unas tierras “frías”, Marta Pérez mira “al futuro”.
Y se cerró el cofre. Se encaminaba cuesta abajo, buscando el destino definitivo en el que descansar: Almarza. La anécdota de la jornada, cuando el Arca ya se dirigía al territorio vecino, se produjo en uno de los últimos vaivenes. Un hombre alemán, quien ahora reside en Tierras Altas, aupó el patrimonio más preciado. “¡Anda, el primer alemán que coge el Arca!”, le comunicaba una mujer.
“Recordad, los años impares sale desde San Andres y los pares, desde Almarza”, claudicaba la alcaldesa. El Traslado del Arca pone punto y seguido a una tradición de Reyes.