Aritz López Garai dirige a los suyos durante un Numancia-Oviedo. LaLiga


DEPORTES
Actualizado 15/01/2019 21:12:10
Bernat Díez

Los argumentos futbolísticos de López Garai, sujetos a “matices”, se alteran más bien poco. Lo avisó justo al aterrizar. Punto por punto en su decálogo: posesión, protagonismo y balón. Su estilo, salvación o perdición, es incuestionable de puertas hacia dentro.

Tozudo, cabezota, convincente, idealista o ideólogo. El míster del Club Deportivo, Aritz López Garai, demuestra ser consecuente consigo mismo y no altera el discurso con el que se presentó en junio en la sala de prensa de Los Pajaritos: balón, posesión para “someter al rival” y protagonismo. Fiel a su estilo, el vizcaíno mantiene los argumentos, que están sujetos a “matices” y a alternativas, con los que llegó. Sin bajarse del burro, defiende un método que para él es innegociable, a pesar de que un amplio sector de la parroquia numantina ya le esté obsequiando con palos y escobazos.

Quien avisa no es traidor. Aritz López Garai lo anunció a los cuatro vientos cuando aún castigaba a Soria el sol y el calor de junio: deseaba sentirse protagonista con el balón, aunque eso acarrease exponerse al rival y dejar un sinfín de espacios en ciertas fases del partido. En cuanto al éxito de la posesión, santo y seña de este proyecto de López Garai, el CD Numancia ha sido superior a su rival en 14 (Córdoba, Cádiz, Almería, Extremadura, Zaragoza, Las Palmas, Málaga, Tenerife, Rayo Majadahonda, Mallorca, Nàstic, Deportivo, Albacete y Real Oviedo) de los 21 encuentros que componen la primera vuelta del campeonato. Es decir, durante más de la mitad de esta primera fase de la Liga, el cuadro soriano ha superado en posesión a su rival. Esa posesión le ha valido al Numancia para obtener 17 puntos de los 42 posibles en esas 14 contiendas correspondientes. Pero, ¿qué expresan los números cuando el Numancia pierde o no vence en esa posesión? La cedió, o la igualó, ante el Lugo, Elche, Sporting, Osasuna, Granada, Alcorcón y Reus. Pues bien, venció ante el Elche (1-0), empató ante el Sporting, Osasuna, Granada, Alcorcón y Reus y sólo perdió (2-3) en el Anxo Carro, delante de los lucenses. Obteniendo 8 puntos en esos 7 encuentros -casi la mitad de los que atesora cuando se impone en ese apartado- en los que concedió el balón, ¿es tan rentable ese valor porcentual?

"No me gusta estar todo el día a expensas de lo que haga el rival"

La filosofía choca con las matemáticas. Estableciendo una regla de tres, esos 17 puntos logrados mediante la posesión suponen al Numancia un 25,5% de esos puntos, mientras que cuando goza menos del balón, esos ocho puntos implican el 24% del total. En proporción a esa puntuación (ambos valores quedan separados por 1.5), al cuadro numantino le da prácticamente igual ganar con o sin posesión. Este Numancia de López Garai no piensa demasiado en "especular" ni en sólo defenderse. No pretende quedarse quieto hasta que "ellos se equivoquen". "Ya lo dije: no me gusta estar todo el día a expensas de lo que haga el rival", valoró el míster de los rojillos. Prefiere equivocarse y que los demás le ganen por los "errores" que haya manifestado el Numancia antes de que los otros venzan "por sus méritos" propios. Este bloque soriano no espera a nadie; va a por todos desde el inicio. En casa, al menos, no recula.

Por decreto, posesión. Quien a hierro mata, a hierro muere. Más claro, agua. Turbia para un puñado de detractores. El dicho de un “buen amigo” del vasco afirma que "si naces redondo, no puedes morir cuadrado". Ciertos disidentes ven en esa paradoja poética y futbolística -seña de identidad conceptual para un entrenador que empieza a estar cuestionado por la grada- el agujero negro al que se acerca el Numancia. Como si fuese el coco o el lobo en las mentiras de Pedro, el soriano y la soriana empiezan a temer por la Segunda división B. La paciencia de un conjunto de impacientes parece haber colmado sus respectivos vasos. López Garai no se deja llevar "por los estados anímicos de la gente". Sin embargo, "estoy preocupado porque siento la responsabilidad que implica estar en este club. Hay una historia por detrás, la cual hay que mantener. No quiero ser el que complique al Numancia en su trayectoria histórica", aseguró.

A nivel personal, "yo soy un tipo tranquilo. No estamos consiguiendo victorias en exceso. Nos está costando ganar: es una realidad. Cuando llego a casa, pienso en lo que sucede", analizó. Desde su "punto de vista", el Numancia hace "cosas bien", pero "las que hacemos mal, las hacemos muy mal. Está todo montado ante tanta igualdad, que detalles tan grandes no nos podemos permitir que nos penalicen", apunta sin miramientos. Utiliza ya algunos nexos que derivan de "según mi opinión" o "desde mi punto de vista". Excusándose. Pues puede ser que note que ha perdido el apoyo de un sector de la galería.

"No quiero ser el que complique la trayectoria histórica del Numancia"

El destino del Numancia de López Garai no se entiende sin llenarse de balón, y es lícito. Será fruto de la casualidad –propia de una pizca de suerte o de una carambola– ver ganar en Liga a un Numancia que no haya dominado durante los 90 minutos a su enemigo. Aunque, "nosotros, salvando las distancias, no somos ni el FC Barcelona, ni el Manchester City, ni el Milán ni un Bayern de Munich. Equipos que siempre van a someter al rival hasta extremos de ¡pum! y dar con la tecla", matizó. Porque "si miráis estadísticas, veréis que en 11 partidos hemos empezado perdiendo. Al final, el estar siempre atacando o exponiéndote no es sencillo y menos para nosotros. Ojalá algún día podamos cambiar eso y que las cosas nos vengan más de cara", corroboró.

Morirá, si es que muere, con las botas puestas: "No voy a cambiar, porque si cambio, dejaré de entrenar. Entregaré el carné y lo dejaré. No puedo jugar a una cosa en la que no creo", explicó. Su libreta reza que "cuando crees en una idea de juego y tienes una forma de ver el fútbol, puedes meter matices cuando los resultados no te van de cara". Tiene claro "cuál va a ser mi camino, con mejores y peores momentos". No se desviará de él. "Tengo claro lo que quiero, sé donde quiero llegar, sé cómo quiero que jueguen mis equipos. A partir de aquí, con ello voy a seguir”, apostilló. Con matices y con alternativas, "sin duda, a muerte con mi estilo. Soy claro y no me escondo: quiero que mis equipos se sientan protagonistas y dominadores. A partir de ahí, corregir las cosas que nos estén matando mediante los matices que marcan la evolución a la que está sujeta hoy en día el fútbol".

"No voy a cambiar, porque si cambio, dejaré de entrenar. No puedo jugar a una cosa en la que no creo"

El gran amor de López Garai, un esférico que copa todo ese "protagonismo" del que habla siempre el preparador vasco. "El fútbol es un deporte el cual se juega con un balón. El día en el que no se juegue con él, buscaré otras fórmulas. Este deporte juega con eso y yo quiero utilizarlo. A partir de ahí, siempre con matices, por supuesto", alegó.

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