Feliz 2019

Con aroma a campaña electoral comienza este 2019. Las elecciones en mayo, auguran un cuatrimestre trepidante en lo político. Lo que suceda en Andalucía en este tiempo va a servir para decantar el voto, sobre todo de la derecha, hacia posturas más o menos moderadas, que está más bonito que decir más o menos extremistas.

Soy de las que piensa que debería gobernar siempre la opción más votada, buscando acuerdos con otras formaciones para cuestiones importantes, pero al final, una de las perversiones de la democracia es que acaban gobernando los perdedores; Ahí está Pedro Sánchez y su descalabro electoral, ahí quedó Arenas, que ganó las elecciones andaluzas y al que Ciudadanos no permitió gobernar condenando a cuatro años más de socialismo a los andaluces, y ahora le ha tocado a la propia Susana Díaz. En la capital se respira nerviosismo, porque precisamente lo sucedido en Andalucía es un aviso a navegantes que pregona que las elecciones no solo hay que ganarlas, sino que hay que lograr mayoría absoluta. A Carlos Martínez no le sirve ganar, se la juega al todo o nada. El desplome de Podemos a nivel nacional, y no digamos nada a nivel provincial, hace suponer que por la izquierda la fragmentación del voto será mínima. Pero claro, la evidente coalición a la andaluza de los partidos de centro derecha, podría provocar el fin del reinado del actual alcalde. Si extrapolamos a Soria y a Castilla y León lo sucedido en Andalucía, puede que a partir de mayo veamos una alcaldesa del PP dirigiendo la vida y el futuro de Soria.