Las fragancias de la nueva temporada ya están aquí. Predominan los aromas cálidos, intensos y sensuales, contrapunto ideal a las bajas temperaturas. Elige la tuya. Un artículo de Lorena Martínez.
Los grandes perfumistas marcan las tendencias que van a triunfar cada temporada, y para este invierno han optado por fragancias más bien conservadoras. Prueba de ello son las versiones actualizadas de perfumes clásicos, que han sido grandes éxitos de ventas estas Navidades pasadas. Eso sí, se presentan en envases que son auténticas obras de arte, convirtiendo así el perfume en el regalo perfecto o la decoración más deseada para tu casa.
En cuanto a los aromas que se van a llevar, se imponen las notas florales con un toque oriental a base de especias (azafrán, jengibre, pimienta y vainilla). También el toque dulce y suave del lirio o la magnolia, y los olores cítricos como el de la bergamota. Las claves para elegir bien tu perfume se basan en tus preferencias, pero siempre tendrás que tener en cuenta la estación del año, el momento del día en que lo vas a usar, y la evolución del perfume en tu piel.
El invierno permite olores más intensos como los del ámbar, el almizcle o el sándalo. Por la noche, puedes atreverte con versiones más intensas, aplicadas con moderación. Eso sí, siempre antes de comprar una fragancia, pruébala sobre la piel. Hazlo por la mañana y sin llevar ningún perfume puesto anteriormente. Lo mejor será justo después de salir de la ducha, ya que tus poros todavía estarán abiertos y penetrará mejor su olor. Espera a que se evapore para percibir las notas de salida, y comprueba su olor pasadas unas horas.
Las preferencias en cuanto a aroma van cambiando según la edad. Entre las adolescentes suelen triunfar los aromas frutales (mora, fresa, melón...). Las veinteañeras prefieren las notas frutales con un suave toque floral. Las mujeres de entre treinta y cuarenta años se inclinan por fragancias románticas como las flores blancas. O también optan por las provocadoras, como las orientales o amaderadas con notas frutales o florales intensas. Todo ello dependerá en gran medida de su carácter. A partir de los cincuenta, gustan más bien los perfumes con notas verdes o acuáticas para el día, y las notas orientales o florales intensas para las noches.
Pero las diferencias no quedan solo según un criterio de edad, al igual ocurre con nuestra personalidad. Por ejemplo, si eres amante del deporte y de la vida al aire libre, dinámica, casual, natural y fresca, deberás buscar entre las fragancias florales y cítricas, mezclas que sugieran espacios abiertos con olores de hojas, musgo, tierra o césped. Ésta será tu mejor opción.
Si eres más bien tímida y no te gusta hacerte notar, te atraerán los aromas que no llaman la atención, suaves, de notas florales y frescas. Y si te gusta hacerte notar allá por donde vayas, busca fragancias picantes, cálidas y voluptuosas; olores poco comunes que corresponden a tu deseo de llamar la atención.
Si te consideras apasionada, sensual, romántica, soñadora y seductora, opta por los perfumes florales y frutales, cálidos, de aromas dulces, que reflejarán espléndidamente tus emociones. Seguramente, hallarás tu fragancia favorita en alguna composición amaderada, con notas de ámbar o almizcle, que exhalan misterio y pasión. Estas personas, una vez que encuentran su fragancia no la volverán a cambiar por ninguna otra.
Muy importante es no copiar el perfume de una amiga o familiar. Escoge tu propio perfume.