El concejal Javier Martín critica el pavimento que se está instalando en el entorno de San Juan de Rabanera, y aboga por un modelo de ciudad en el que "se pueda caminar".
El concejal del PP en el Ayuntamiento de Soria, Javier Martín, ha criticado las obras de reparación del pavimento que se están llevando a cabo en el entorno de la iglesia de San Juan de Rabanera afirmando que el adoquín que se está colocando ahora, sustituyendo al anterior, no es adecuado para los peatones.
Martín ha explicado que los elementos que ahora están instalando empleados municipales, por su rugosidad "hacen muy difícil caminar", al igual que ya denunció en octubre pasado con la plaza del Vergel, cuando demostró, junto con un vecino jubilado y con movilidad reducida, las dificultades que entraña ese piso al cruzar dicho espacio público.
Así, el concejal, ha apuntado hacia el alcalde, Carlos Martínez Mínguez, por no hacer "ni caso a los vecinos" que ven cómo los lugares de tránsito se están volviendo "impracticables". Junto a ello también ha recordado que en su grupo ya se mostraron desfavorables a la instalación de los adoquines que ahora están siendo retirados. Unos elementos que por otro lado, ahora se ignora su destino y que pueden ser reutilizados para otro tipo de intervenciones.
Según Martín, las obras que se están llevando a cabo responden a una gestión municipal en la que comisiones como la de Urbanismo llevan sin ser convocadas desde noviembre pasado, por lo que la oposición desconoce las intenciones de quienes rigen en el Consistorio. Aquí ha insistido que el alcalde "está a otras cosas", como anunciar grandes obras para la próxima legislatura o "inaugurar cines", y por el contrario lo que es "básico" para los ciudadanos "es poder caminar" por el entorno urbano.
En cuanto a la mano de obra, el portavoz de los populares ha cuestionado que hayan sido los propios empleados municipales quienes se estén haciendo cargo de estas labores, ya que debería ser la empresa adjudicataria de la pavimentación, Asfalgal, la cual, según ha asegurado, es quien debe de actuar en virtud de un contrato prorrogado en 2017, año en el que "no ejecutó ni un metro cuadrado" de asfaltado.
Por otro lado, el concejal ha recordado que el Ayuntamiento todavía no ha retirado los resaltos como ya prometió el alcalde tras las quejas de los vecinos. Unas elevaciones de la superficie que son "ilegales" tanto por la altura como también por las aristas con las que fueron instalados. Además, ha observado también el mal estado que presentan, siendo "innecesarios" porque en zonas peatonales los pasos de cebra no tienen sentido.