Por su parte, Dani Mateo se tuvo que conformar con la trigésima cuarta plaza en el Cross Internacional de Itálica, celebrado en Sevilla.
Domingo de fondo, con aroma soriano, en dos puntos geográficos de España: Sevilla y Toledo. Estela Navascués y Daniel Mateo, quienes corrieron suertes distintas, se calzaban las deportivas.
Luciendo el dorsal 26, Estela Navascués, atleta tudelana afincada en Soria, quien se encuentra preparando actualmente la temporada nacional de cross, se colgó una medalla de bronce el pasado domingo 20 de enero. La navarra, que corrió los 9 kilómetros del XXXVI Cross Nacional Castellano-manchego en la Villa de Quintanar de la Orden, se subió al tercer cajón del podio, registrando un tiempo de 33 minutos y 14 segundos, a un ritmo de 3 minutos y 41 segundos el kilómetro. La deportista del Beste Iruña logra su primer gran éxito de este 2019, asegurando que “en este deporte –el suyo– no hay atajos”. Tokio’20, donde quiere llegar la tudelana más soriana, le guarda el turno a unos pocos maratonianos españoles.
Por su parte, Daniel Mateo se tuvo que conformar con la trigésimo cuarta plaza sobre el barro de Sevilla, en el Cross Internacional de Itálica. El ‘Embajador de Almazán’ alcanzó la línea de meta en 00:31:35, a un ritmo de 00:03:10 el kilómetro.
Jacob Kiplimo y Beatrice Kipkoech fueron el rey y la reina, respectivamente, en las ruinas romanas de Santiponce (Sevilla). Entre los españoles, llegada de amigos y compañeros, y cogidos de la mano, entre David Palacio (séptimo en la general) y Antonio Abadía (octavo) y más retrasados también los dos compañeros de entreno, Javier Guerra y Adel Mechaal, en la primera decena de clasificados.
La carrera femenina (9.135m) fue un auténtico paseo de la plusmarquista mundial de 3.000m obstáculos, la keniana Beatrice Kipkoech, que de salida dominó de principio a fin, imponiendo un ritmo infernal que fue imposible seguir por parte de sus rivales, entre las que estaba la triple campeona de Europa, la turca Yasemine Can, entre otras.