Ayuntamiento, Diputación y Cámara de Comercio colaboran en este recurso que ha cerrado el año 2018 con 24 nuevas empresas en la capital y 17 en la provincia. Las cifras de supervivencia de estos proyectos superan la media nacional y evidencian la calidad y el nivel de exigencia de este servicio.
El presidente de Diputación, Luis Rey, la concejala de Empleo del Ayuntamiento de Soria, Luis Rey, el presidente de la Cámara de Comercio, Alberto Santamaría, y dos emprendedores, Cristina Antoñanzas y Alberto Crespo, han presentado esta mañana la memoria del Semillero de Proyectos, recurso que tutela las iniciativas empresariales dentro del programa Impulso Emprende, y los datos desde su puesta en marcha en el año 2014. Con más de 141 empresas constituidas y 207 empleos, este servicio se ha consolidado en el tiempo y sus estadísticas evidencian una gran fortaleza que se refleja también en el nivel de supervivencia de los proyectos con cifras muy por encima de la media nacional al alcanzar porcentajes al tercer año de más del 79% en la capital –la media nacional es del 45%- y del 82%, al segundo año, en la provincia, ya que Diputación se sumó en 2016 al programa cuando la media nacional es del 60%.
Alberto Santamaría ha explicado que “se han atendido 742 emprendedores en estos años de funcionamiento con 415 proyectos lo que nos hace hablar de un caso de éxito que todavía queda más claro comparando con otros semilleros del mismo tipo. También debemos fijaros en la supervivencia de empresas lo que demuestra que el trabajo de tutela es serio y eficiente. Preferimos ser muy exigentes con los planes de viabilidad, ofrecer un servicio de calidad ya que eso será positivo para su futuro a medio y largo plazo”.
Por su parte, Marta Cáceres, concejala de Empleo, ha repasado las cifras de la capital con 121 emprendedores asesorados, 62 proyectos empresariales, 24 empresas creadas y 36 puestos de trabajo. Para dar forma a estas ideas se ha llevado a cabo 700 sesiones tutorizadas lo que demuestra este trabajo de mentor de los técnicos del semillero. También se ha apostado por la promoción y las sinergias entre los diferentes negocios e instituciones y este verano está prevista la segunda feria del emprendimiento en primavera. “Soria mantiene una cifra estable de creación de cerca de 25 empresas al año incubadas en el semillero. También hemos detectado un repunte de mujeres en cuanto a los usuarios y la mayoría de los proyectos se concentran en áreas del sector terciarios, con los servicios en primer término, y con la educación, por ejemplo, como un área de especial interés”.
El presidente de Diputación, Luis Rey, por su parte, ha querido poner en valor esta generación de empleo ya que “a veces sólo pensamos en empresas grandes o medianas, pero la realidad del tejido empresarial de este país es la de la pequeña empresa, el autónomo, el emprendedor… En ese marco, encajamos el semillero y desde el 1 de marzo de 2016, cuando nos sumamos al recurso, se han atendido en la provincia 160 usuarios y se han constituido 40 empresas. En 2018, el resultado también es satisfactorio con 43 proyectos y 17 empresas, que han generado 24 empleos, siendo los sectores de la hostelería y el agroalimentario los más recurrentes. Hablamos de una pequeña inversión de la Diputación que se traduce en empresas y es algo que debemos destacar”. En este sentido, ha recordado que se realizan atenciones de la mano de la Cámara de Comercio en Ólvega, Burgo de Osma, alfoz de Soria, Tierras Alta y el Valle, Almazán y Vinuesa. Luis Rey también ha subrayado como dato sobresaliente que el 50% de los usuarios sean mujeres, una importante apuesta en el mundo rural, y también es importante que el 70% sea de personas entre 26 y 45 años y de titulados universitarios.
Cristina Antoñanzas, experta en pedagogía activa, y Alberto Crespo, ilustrador, han narrado su experiencia de la mano del semillero. La joven emprendedora de la capital ha puesto en marcha un negocio en el que trabaja como formadora y asesora en esta área de educación y ofrece “formaciones especiales y un campus virtual de pedagogía activa y asesoramiento a familias, docentes, centros… Venir al semillero me facilitó un salto cualitativo para encarar otros aspectos del negocio como la vertiente económica, burocrática, estudios de competencia… Conoces el servicio pero montar una empresa conlleva muchos otros aspectos”. Alberto Crespo, por su parte, es ilustrador y su negocio se asienta en Fuentelfresno. El diseñador ha indicado que “tengo años de experiencia en este campo pero como docente y esto es un cambio. Hace dos años decidí dar el salto y este recurso me ofreció asesoramiento, entre otras cosas, la búsqueda de un nicho de mercado y así puse en marcha dos conceptos de ilustración: una apuesta por una imagen vinculada al imaginario rural que he bautizado neobotijismo, en el que los objetos rurales toman otro significado, y otro concepto de diseño de acción o participativo en el que los clientes participan en el proceso como un juego”.