Cerca de 7 de cada 10 profesionales creen que el sistema educativo español no está en sintonía con las demandas del mercado.
En el último año el sector sanitario ha generado el 3,5% del total de ofertas de empleo en España y el volumen de ofertas publicadas en el sector ha crecido un 2,3% interanual según el Informe Infoempleo Adecco. Se trata, por tanto, de un sector en plena expansión que está inmerso en un proceso de evolución, fruto en parte del desarrollo tecnológico.
Según Carlos Pérez, director de Modis Life Science, “estamos ante un cambio total de modelos de servicio en entornos sanitarios motivado por diferentes aspectos que hacen que se esté produciendo una transformación total del sector. La mayor esperanza de vida de cada uno de nosotros o el avance en I+D propiciarán que determinadas enfermedades se cronifiquen y esto requerirá unos servicios demandados por nuestros pacientes totalmente diferentes. Además, el avance tecnológico nos hará entender la atención a los pacientes desde otro prisma y si añadimos a esto la escasez de profesionales con especialidad vía MIR, ya sea en términos absolutos o en distribución geográfica, se nos plantea la necesidad de reformas estructurales que hagan viable nuestro modelo sanitario en el medio y largo plazo”.
Ante este escenario, Modis, la división del Grupo Adecco dedicada a dar servicios de valor añadido en los sectores de IT, Engineering y Medical & Life Science, ha querido conocer de primera mano cómo ven los propios profesionales sanitarios su sector, qué importancia tendrá este en el futuro y cómo impactarán en él los cambios tecnológicos, entre otras cuestiones. Para ello, ha elaborado la Encuesta Modis sobre empleo en el sector sanitario, realizada a 3.100 profesionales de entre 18 y 65 años de edad residentes en España.
Entre las principales conclusiones que pueden extraerse de dicho estudio destaca que casi el 85% de los profesionales sanitarios crea que la sanidad es uno de los sectores con mayor proyección de futuro.
Con este estudio, Modis ha querido conocer cuál es la visión que los profesionales sanitarios tienen sobre el sector y sus perspectivas de futuro. Y parece que existe cierta unanimidad entre ellos. El 84,9% de los encuestados cree que la sanidad es uno de los sectores con mayor expectativa de crecimiento en el futuro laboral frente al 15,1% que no lo considera así. En este caso, los hombres son más positivos aún que las mujeres. El 90,6% de ellos piensa así, mientras que entre ellas es el 82,2%.
Por franjas de edad también se aprecian ligeras diferencias. Los más jóvenes (menores de 24 años) son los más optimistas: el 93,7% opina que uno de los mejores sectores para desarrollarse profesionalmente es la sanidad. En cambio, entre las personas de entre 35 y 44 años es el 78,3% el que opina de esta manera.
Sin embargo, si se les pregunta dónde se ven en un futuro o dónde creen que tendrán mayores oportunidades laborales dentro del sector sanitario, hay mayor disparidad de opiniones. Solo el 29,8% piensa que es en el sector público donde podrán desarrollarse profesionalmente. La mayoría de ellos considera que es en el sector privado (37,1%) o en la combinación de ambos (33,1%) donde querrían desarrollar sus carreras profesionales por existir, según ellos, mayores posibilidades de crecimiento.
Pérez también cree que el éxito reside en la combinación de sector público y sector privado, no solo por las posibilidades de desarrollo de los profesionales, sino para lograr un sistema sanitario de calidad. En este sentido, asegura que “la necesidad de cobertura de servicios no es un tema baladí. La seriedad y gravedad de que determinados servicios no puedan ser cubiertos por los especialistas correspondientes ponen a nuestro sistema sanitario en desventaja y es necesario trabajar en todas direcciones para garantizar una equidad entre la sanidad pública y la privada, sin cuya convivencia nuestro sistema sanitario tendría serias dificultades. Estas áreas incluyen desde la financiación, políticas retributivas acordes con las necesidades de los profesionales y de las empresas, cambios de modelo de servicio, adecuación de la formación técnica y competencial a las necesidades actuales y futuras del sector. Cuanto más tardemos todos los actores en afrontar estas discusiones y medidas, más disruptiva tendrá que ser la solución final”.
Los hombres apuestan por la sanidad privada en mayor medida que las mujeres (el 45,8% frente al 33,2%). Del mismo modo, ellas confían en que la combinación del sector público y privado sea la clave de su éxito profesional (el 36,7% frente al 25% de ellos).
Por grupos de edad, los más jóvenes apuestan en mayor medida por el empleo en la sanidad privada: el 39,2% los profesionales de entre 18 y 24 años, el 44,2% los de entre 25 y 34 y el 39,1% los de entre 35 y 44. Por el contrario, los encuestados mayores de 45 años ponen en valor al sector público: el 36,3% de los que se sitúan entre 45 y 54 años y el 32,9% de los mayores de 55.
Al margen de todo ello, los profesionales creen que sería fuera de España donde tendrían mayores oportunidades laborales, tal y como ha manifestado el 72% de ellos. En este caso, no se aprecian diferencias por sexo. Sin embargo, sí que las hay por edad. Los más jóvenes son quienes consideran en mayor medida que el resto que el empleo en el sector sanitario es mejor fuera de las fronteras nacionales. Los mayores de 45 años, en cambio, solo lo consideran en el 60,4% de los casos (entre 45 y 54 años) y en el 67,1% de ellos (mayores de 55).
Los profesionales no solo creen que en el extranjero tendrían más oportunidades de trabajo, sino también mejores. Preguntados por ello, el 75,7% cree que un trabajo fuera de España les depararía contratos de trabajo con mejores condiciones que las que se ofrecen a nivel nacional.
Cerca de 7 de cada 10 profesionales sanitarios (68,4%) creen que el sistema educativo español no está en sintonía con las demandas del mercado, frente al 31,6% que opina que sí lo está.
Las mujeres en este caso son más críticas que ellos y el 70,1% afirma que la educación impartida por los centros españoles no las prepara adecuadamente para enfrentarse al mundo laboral. Sin embargo, en los hombres esta proporción es del 64,6%.
También llaman la atención las notables diferencias entre los jóvenes y el resto de profesionales. Aquellos con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años apenas aprecian este desequilibrio entre formación y empleo (un 51,9%). Lo mismo ocurre, aunque en menor medida, con aquellos de entre 25 y 34 años, entre los cuales el 67,4% señala este problema. Entre los mayores de 35 años esta percepción cambia y es alrededor del 72% el que opina que el sistema educativo debería avanzar en este sentido.
Preguntados acerca de las salidas laborales de las diferentes ramas de la sanidad, el 30% de los profesionales encuestados señalan Medicina como la carrera más solicitada en el mercado laboral. Le sigue, según ellos, Enfermería (24,8%).
En menor medida, los profesionales sanitarios señalan las titulaciones de Fisioterapia (15%), Odontología (11,9%) y Farmacia (9,9%) como las más demandadas por las empresas.
Por sexos, ellas sitúan casi a la par las carreras de Medicina (28,9%) y Enfermería (27,5%), en contraste con las diferencias que establecen ellos para estas dos carreras: Medicina (32,3%) y Enfermería (18,8%). También destaca la percepción que los hombres tienen sobre la Odontología. El 15,6% cree que es la carrera con más salidas, frente al 10,2% de ellas que así lo señala.
Por edades llama la atención que los mayores de 55 tengan en mayor consideración la carrera de Farmacia (32,9%) que la de Medicina (31,6%). Asimismo, los profesionales de entre 35 y 54 años son más optimistas a la hora de valorar las posibilidades laborales de la Fisioterapia que los menores de 24 años (19,7% frente al 7,6%). Lo contrario ocurre con la carrera de Farmacia. El 20,3% de los menores de 24 años la consideran la titulación con más demanda en el mercado. Sin embargo, solo el 1,3% de los mayores de 55 años opina de esta manera.
No solo las titulaciones universitarias son importantes para ellos. Según el 92% de los encuestados, estudiar una especialidad es fundamental a la hora de posicionarse en el mercado de trabajo. De las diferentes modalidades, creen que serán las de Geriatría (9,9%) y Oncología (8,3%) las más demandadas por las empresas en el futuro.
Por detrás de estas dos, los profesionales sanitarios señalan las especialidades de Fisioterapia (5,9%), Medicina (4,9%), Enfermería (4,7%), Cirugía (4,4%) y Odontología (3,4%).
Más del 2% de los encuestados ha indicado que Gerontología (2,9%), Cardiología (2,8%), Farmacia (2,6%), Psicología (2,4%) y Neurología (2,1%) serán las especialidades más solicitadas en los próximos años.
Entre las mujeres es más común pensar que Geriatría (11,8%) será la formación más demandada, seguida de Oncología (9,7%). Sin embargo, los hombres creen que las mejores apuestas de futuro son Fisioterapia (7,8%) y Enfermería (6,3%).
Los menores de 24 años opinan que en unos años serán Medicina (8,9%) y Farmacia (7,6%) las más requeridas por las empresas. Los profesionales de entre 25 y 34 años sitúan en primer lugar Oncología (8,8%) y en segundo, Geriatría (6,1%). Mientras que los mayores de 35 años lo hacen en el orden inverso1.
Más de la mitad los profesionales sanitarios (54,1%) cree que únicamente con estudios sanitarios no se garantiza un futuro laboral. Quizá por ello consideran que la experiencia (47,6%) y los idiomas (42,2%) son los otros dos requisitos fundamentales para acceder a un empleo en el sector, por encima de otros factores como el desarrollo competencial (10,3%). ç
Los avances tecnológicos están impactando en todos los sectores de la economía, también en la sanidad. Pero, ¿de qué manera lo están haciendo?
En la misma línea se manifiestan los propios encuestados, quienes aseguran que el futuro laboral del sector está relacionado con el uso de la tecnología con fines sanitarios, tal y como afirma el 91,2% de los profesionales.
Además, 8 de cada 10 creen que el uso de nuevas tecnologías en el diagnóstico de los pacientes afectará positivamente, ya que mejorará el proceso de diagnóstico y el tratamiento de enfermedades.
El 15%, por su parte, considera que las nuevas tecnologías no podrán sustituir a un especialista y la experiencia que este tiene.
Por último, el 5,5% piensa que el uso de nuevas tecnologías en la sanidad impactará negativamente, ya que hará que desaparezcan puestos de trabajo.
Las mujeres son más propensas que los hombres a pensar que la tecnología nunca podrá sustituir la atención de los profesionales. El 17,5% de ellas así lo cree frente al 9,4% de ellos.
Los profesionales de entre 25 y 54 años son quienes más confían en el impacto positivo de la tecnología y más del 80% cree que afectará positivamente al sector.
Por el contrario, los menores de 24 años y los mayores de 55 son los más escépticos en cuanto a tecnología se refiere. De hecho, el 19% y el 22,8%, respectivamente, opinan que el uso de nuevas tecnologías no podrá sustituir a los especialistas (15% a nivel general).
Los profesionales sanitarios no tienen muy claro si el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) provocaría un éxodo de profesionales a otros países. El 53,3% cree que sí, pero el 46,7% opina lo contrario, por lo que no hay una clara tendencia.
En este caso, cuanto mayor es la edad de los encuestados, menor es el número de ellos que cree que las TIC generarían la salida de profesionales. En concreto, esta opinión la tiene el 59,5% de los menores de 24 años y tan solo el 39,2% de los mayores de 55.
Además de las TIC, se les ha preguntado por la Investigación y el Desarrollo (I+D) y si se trata de una apuesta de futuro en el sector. El 84% está convencido de que es un elemento fundamental para el desarrollo del sector y el 16%, por el contrario, no cree que sea muy relevante.
Mayor consenso es el alcanzado cuando se les pregunta si en los próximos 10 años se van a crear nuevos puestos de trabajo en el sector sanitario, a lo que 9 de cada 10 tiene claro que sí.