Una de cada dos mujeres de la Administración reconoce que convive a diario con situaciones sexistas. El sindicato destapa la discriminación salarial en empresas del sector agroalimentario
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), ha convocado huelga con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, para denunciar las situaciones de discriminación, abuso y violencia que sufren las mujeres de todo el mundo y levantar la voz a favor de la igualdad.
A esta convocatoria de huelga están llamados miles de personas empleadas de las administraciones, empresas públicas y de las empresas privadas donde también está el sindicato presente. Se trata de huelga de 1 hora (en turno de mañana, tarde o noche) para denunciar las situaciones de discriminación, abuso y violencia que sufren las mujeres.
Esta jornada servirá, según la organización sindical, para reivindicar los déficits e incumplimientos por parte de las diferentes administraciones en las políticas de corresponsabilidad y conciliación familiar; eliminación de la brecha salarial; promoción de la Igualdad efectiva y lucha contra la violencia de género.
Tras la aprobación del I Plan de Igualdad en 2011 el Gobierno reconoce la necesidad de mejorar todavía las medidas de conciliación (bolsa de horas, teletrabajo cierre de ministerios a las 18:00 horas, configurar la lactancia como derecho individual, la brecha salarial, y los obstáculos que afrontan las mujeres y que limitan la igualdad plena en el desarrollo de la carrera profesional).
Asimismo, quedan pendientes medidas fundamentales como la ampliación del permiso de paternidad, "frustrada tras la prórroga presupuestaria", el desarrollo del protocolo contra el acoso sexual, las unidades de igualdad o la reserva del 2 por ciento de la oferta de empleo público para mujeres víctimas de violencia de género.
Con ocasión del 8 de marzo, CSIF también informa sobre los resultados preliminares de una encuesta realizada sobre más de 4.000 personas, donde se pone de manifiesto que el 50 por ciento de las trabajadoras de las administraciones públicas convive a diario con situaciones sexistas.
Estos son los principales resultados:
El 55% reconocen que existe un humor sexista en su trabajo
El 40% ha soportado piropos o comentarios sobre la apariencia.
El 40% se ha sentido discriminada por ser mujer (ninguneos o indiferencia en reuniones de trabajo frente a sus compañeros…)
El 32% ha recibido comentarios ofensivos relacionados con su condición de mujer.
El 6% ha recibido citas para hablar de cuestiones laborales fuera del centro de trabajo.
El 9% recibe correos electrónicos o ‘whatsapp’ de naturaleza sexual (insinuaciones, mensajes subidos de tono, gifs, vídeos de youtube).
El 17% ha sufrido contacto físico no deseado (roces en el hombro, manos, cintura, espalda, acercamiento excesivo en una conversación sin respetar la distancia mínima).
El 86% no comunica estas situaciones a la organización
Un 77% de las personas encuestadas confirman que no hay protocolos de acoso sexual en su centro de trabajo o no lo conocen.
Por último, el sindicato ha informado sobre la ejecución de una sentencia pionera que ha ganado en el sector del manipulado de alimentos. Concretamente, la sentencia condena a la empresa envasadora Acrena a equiparar los salarios entre hombres y mujeres. Estas últimas cobraban 23 céntimos menos a la hora porque la empresa entendía que ellos hacían un trabajo superior físicamente, cuando los empleos son de igual valor.
CSIF ha comprobado que esta situación no solo afecta a esta empresa sino al Convenio Colectivo de Trabajo del sector del Manipulado y Envasado de Frutas, Hortalizas y Flores de Almería –firmado por CC.OO y UGT sin tener en cuenta criterios de igualdad— y que por tanto, avala la discriminación entre los mozos de almacén y las envasadoras.
En el sindicato esperan que la futura redacción del convenio tenga en cuenta las recomendaciones que ha elevado nuestro sindicato a la comisión negociadora. De no ser así, CSIF emprenderá las acciones sindicales y legales que consideremos oportunas para eliminar este atentado contra la igualdad.
Se trata de unas 26.000 mujeres que sufren esta discriminación en la provincia de Almería que, recuerdan, se trata de una potencia mundial en la producción y venta de frutas y hortalizas a costa, en este caso, de una mano de obra femenina y mal pagada.