La Junta de Castilla y León celebra este jueves el acto, al que asistirá el director adjunto del Museo de Prado, Andrés Úbeda, en el año en el que el Museo Numantino conmemora su centenario.
Este jueves, a modo de homenaje al Museo del Prado, el Museo Numantino proyectará ‘NEGRO y Luz’, un ensayo fílmico y fotográfico de las salas y pinturas del Prado realizado de noche, sin visitantes, con poca iluminación y buscando en la parcial ausencia de luz el intimismo silencioso de una visita nocturna al Museo del Prado.
A la presentación, que tendrá lugar a partir de 11:00 horas, asistirá el director adjunto del Museo de Prado, Andrés Úbeda, y el autor de la película, Álvaro Perdices Torres. El acto contará con la asistencia de 40 estudiantes de 1º, 2º y 3º de las Enseñanzas Artísticas Superiores de Diseño Gráfico, estudios equivalentes a todos los efectos a un grado universitario, y otro grupo de 10 alumnos del Ciclo Formativo de Grado Superior de Fotografía, todos ellos de la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Soria con enseñanzas muy relacionadas con la temática del acto. Tras la intervención del director adjunto y conservador del Museo de Prado, Álvaro Perdices impartirá al alumnado una conferencia informal acerca del modo de elaboración del guion y producción de la película.
Posteriormente, ‘NEGRO y luz’ se proyectará en la sala central del Museo Numantino, especialmente habilitada para ello, los días 21 y 28 de marzo en dos sesiones de acceso libre, a las 11:30 y a las 16:30 horas. La película tiene una duración de dos horas y 25 minutos, considerando este tiempo el dedicado a una visita al Museo. La noche, la sucesión de la grabación de las pinturas y las salas inducen a una contemplación lenta y ensimismada del Museo y sus obras. Debido a su duración y a las propias características de la película, se podrá ver completa o de un modo personal y libre en fragmentos de tiempo en visitas sucesivas. Es una actividad infrecuente en su desarrollo, pero que sin duda ofrece el atractivo de poder acceder al Museo del Prado en una visita nocturna según los tiempos que cada uno desee.
Se podrían aducir muchas razones para recordar al Prado todos los días y aún más en su bicentenario, numerosos motivos para esta celebración que la Junta de Castilla y León ha querido traer al Museo Numantino en este su primer centenario.
El Museo Nacional del Prado celebra este año su bicentenario, sin duda un aniversario trascendente para una de las pinacotecas más importantes de mundo.
El Real Museo de Pintura y Escultura abrió su puerta el 19 de noviembre de 1819, reinando Fernando VII. Albergaba entonces obras procedentes de las colecciones reales y se abría tan solo dos días en semana. Más tarde, en 1868 se integró en el Museo del Prado el Museo de la Trinidad creado para preservar obras de Berruguete, Carducho o Maíno incautadas por la desamortización de Mendizábal. En su larga vida hay un hecho que gusta recordar por emotivo y de importante trascendencia, su transformación de Museo Real a Museo Nacional del Prado como consecuencia de la Revolución Gloriosa de 1868. Numerosos pintores de gran relevancia en la historia del arte, nacional y europeo, sintieron entonces que el Prado era fuente de inspiración y un lugar de inevitable referencia. La Guerra Civil y el episodio del salvamento de las obras son sin duda uno de los episodios más estremecedores y ejemplares de nuestra historia cultural.
La trayectoria del museo ha sido de un enriquecimiento progresivo, no solo de las colecciones que conserva sino también de la investigación sobre ellas, trabajo oculto en ocasiones pero imprescindible para un conocimiento más profundo de nuestra historia a través del arte. Igualmente ha avanzado en el estudio y aplicación de nuevas formas de aproximación al público con múltiples narraciones. El Bosco, el Greco, Tiziano, Durero, Rubens, Ribera, Murillo, Velazquez, Goya, etc. forman parte del arte universal.