La ciudad de Soria se reconciliará con el pueblo francés el próximo día 30 de marzo, en un acto en el que la Corporación sellará un pacto de amistad con el Consulado, que supondrá la revocación de otro acuerdo municipal -aún vigente- de la etapa de la Guerra de la Independencia, por el que el Ayuntamiento declaró el ‘odio eterno’ a Francia, por las acciones de barbarie de las tropas de Napoleón.
Una de esas crueles y bárbaras acciones, cometidas por las tropas napoleónicas, fue el ahorcamiento de cuatro miembros de la Junta Patriótica de Burgos, el 2 de abril de 1812, que luchaban contra la invasión de Napoleón. Tras ser detenidos en el pueblo segoviano de Grado, los condujeron a Soria, donde fueron condenados y ejecutados inmediatamente.
Los trajeron a Soria porque la columna de caballería que los detuvo, y que había salido de Aranda, venía a la ciudad soriana para intentar levantar el asedio que el mariscal español Durán había puesto a los franceses, refugiados en el castillo.
Pero las autoridades militares de Napoleón no se conformaron con ahorcarlos. Mientras se celebraba un funeral por los ejecutados en la iglesia de El Salvador, permitido por las súplicas de los propios sorianos, los soldados franceses entraron a por los cadáveres para volverlos a colgar en la horca, donde permanecieron “muchos días, a discreción de las aves y perros, que los devoraron en gran parte”, según escribió la prensa de entonces.
Poco después, en octubre de 1812, por decisión de las autoridades ‘legítimas’ del Ayuntamiento, los huesos fueron sacados del paraje donde estaban y se enterraron dignamente en la Concatedral de San Pedro. En noviembre se realizó un multitudinario funeral, y una “fúnebre procesión” hasta el campo de Santa Bárbara, ya que el ahorcamiento se produjo ahí, y donde se levantó una sencilla pirámide monumental en honor de esos “héroes”.
Recientemente, se ha afirmado que se recuperará la inscripción con los nombres de los ejecutados en la horca por los franceses, el 2 de abril de 1812 en el campo de Santa Bárbara; que fueron el cura Pedro Gordo, Eulogio José Muro, José Ortiz Covarrubias y José Navas, miembros de la Junta Patriótica de Burgos
Es la picota que ahora está colocada en un pequeño jardín, en la confluencia de las calles Venerable Palafox y Mártires de la Independencia, junto al colegio de las Pedrizas; y de la que muy pocos sorianos conocen su origen histórico.
Precisamente, para conmemorar este relevante hecho que llegó a las Cortes de Cádiz, eternizando la memoria de los ejecutados con una declaración de ‘Beneméritos de la Patria’, la Asociación Cultural de Amigos del Museo Histórico Militar de Burgos va a llevar a cabo una espectacular recreación histórica.
Una llamativa iniciativa con la que, también, se recreará la batalla del asalto a Soria por parte de las tropas sorianas del mariscal Durán, ya que la ciudad estaba en manos de las tropas napoleónicas.
Asimismo, la Asociación Retógenes de Navaleno entregará unas réplicas exactas de los estandartes del Batallón de Voluntarios Numantinos, que luchó a las órdenes de Durán. Este acto se hará en San Saturio, donde fueron entregados como ofrenda. Lamentablemente, luego fueron sustraídos y acabaron en manos de coleccionistas privados.
Así lo ha explicado Diego Peña, responsable de las recreaciones históricas de la Asociación de Amigos del Museo Histórico Militar de Burgos.
En los actos de estas recreaciones, con actividades que se harán durante el fin de semana del 29 al 31 de marzo, participarán unos 250 recreadores voluntarios, llegados de asociaciones españolas y de otros países europeos.
Traerán unos atuendos y pertrechos “fieles a la realidad de la época. Mosquetes y cañones reales, que harán vivir de primera mano, a los espectadores, lo que era aquella contienda”, se indica en el dossier de presentación de la iniciativa.
No son disfraces, sino reproducciones muy reales, que trasladará al público a esa época, donde no solo habrá soldados franceses y españoles, sino también personajes civiles.
“Durante la Guerra de Independencia, la ciudad y la provincia de Soria fueron testigos de importantes acontecimientos. Por su ubicación estratégica dentro de la geografía peninsular, Napoleón estableció aquí un centro logístico de primer orden, como apoyo fundamental a su plan de invasión y dominio” de España, se explica en el dossier ‘Soria, 1812’.
La recreación histórica es una actividad que va a más , siguiendo la tendencia que existe en toda Europa. “Una experiencia inigualable”, que Soria ya disfruta gracias a las recreaciones de Tierraquemada y de la Agrupación Oria Dauria. El objetivo no es ‘celebrar’ una guerra, sino mantener viva la memoria historia de lo que ocurrió y de sus consecuencias.
El viernes 29 de marzo, por la tarde, se instalará el campamento de los recreadores en el parque de la Dehesa.
El sábado 30, por la mañana, formarán las tropas en la ermita de San Saturio, donde se entregarán las réplicas de los estandartes de la tropa soriana. También, se hará el acto de reconciliación con Francia (con representación del Ayuntamiento y del Consulado francés), y habrá desfile por el centro de Soria, para reponer la inscripción que estuvo en su día en el monumento de la picota. Por la tarde, después del partido del Numancia, se recreará el combate entre los franceses y las tropas sorianas del mariscal Durán, en la Dehesa.
El domingo, por la mañana, habrá una representación de escaramuzas callejeras de guerrilla, por los recreadores de los ejércitos español y francés.