Alba Maldonado tumbada boca arriba en el césped del Anexo de Los Pajaritos, SN
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DEPORTES
Actualizado 20/03/2019 21:34:52
Bernat Díez

Tras anotar cuatro goles en un solo partido y mostrar una velocidad endiablada con un esférico que nunca da por perdido, cuesta creer que esta salmantina se haya reencontrado con el fútbol 12 años más tarde, cuando lo dejó aparcado para decantarse por el judo. Entrega y sacrificio, las facultades de la Correcaminos de San Juan de Garray.

No va de farol. "No se me da bien jugar a las cartas. No se mentir", avisa. A Alba Maldonado (8 de marzo de 1997, Salamanca) no le hizo falta barajar físicamente los tréboles, los rombos, las picas y los corazones para lograr, futbolísticamente, un póker (cuatro goles) en el Manuel Sánchez Granado de Ávila. Ella solita rompió la baraja. Tenía una buena 'mano' ante el CD Milagrosa-Las Nieves. En la timba de Maldonado, el Club Deportivo San José vio cómo por primera vez en su historia –otra de tantas en un lienzo por colorear– una de sus futbolistas alcanzaba esa cifra goleadora en un solo partido.

Mucho antes de que el pionero CD San José femenino se confirmase como una estructura que se ha centrado exclusivamente en el ascenso a la Liga Gonalpi de Catilla y León, Alba Maldonado ya había puesto en marcha (23/12/2018) su propio salón recreativo; allí no se canta Bingo, sino los goles de cuatro en cuatro. En Ávila, muy lejos de las escaleras de colores de Las Vegas, una crupier salmantina avisaba con el “no va a más” al CD Milagrosa-Las Nieves, que, aunque el nombre muestre su cierto parecido, no juega en el estado de Nevada. ¿Blackjack?, ¿Guiñote?, ¿mus? Sin jugarlo a menudo, a Maldonado le tira más el póker, con el que acribilló al farolillo rojo de la DobleG de Castilla y León. En una jugada maestra, Maldonado se desmelenó y pasó del hattrick (tres dianas) al póker (cifra con la que se conoce el registro de cuatro goles en un mismo encuentro), el primero que conseguía una futbolista blanquiverde en la corta historia de este CD San José femenino. "No me di cuenta que marque esa cifra hasta que me cambiaron. No era consciente", pronuncia riendo la protagonista sobre la goleada (0-10) en Ávila.

Tornado Maldonado. Fuera del tapete verde, "soy una persona introvertida, muy reservada. Me cuesta abrirme", reconoce una que se 'suelta' en el instante en el que pisa la cal. Timidez, fuera. En lo personal, a la salmantina le cuesta abrirse, amplitud que sí genera en el verde, donde es la titular indiscutible del extremo zurdo del CD San José. Se define a sí misma como "muy competitiva"; no le gusta perder ni a las canicas. A Maldonado, pocas veces le podrán reprochar falta de sacrificio: "Intento dar lo mejor de mí en todos los deportes que practico. Es mi manera de disfrutar. Siempre intento luchar y no dar nada por perdido", afirma. El sector zurdo por el que cabalga es infinito. En él se dibuja un ‘8’ invertido, el que ella porta en la mayoría de los encuentros: "Nunca llega el final. Siempre hay una nueva oportunidad para mostrar y demostrar las cosas, para hacerlas mejor, si cabe".

Mic, mic. A toda vela, la Correcaminos explota sus virtudes por el flanco izquierdo. Tormenta de velocidad por la izquierda. Le "echa muchísimas ganas" y no da "un balón por perdido". Vuela: "Corro detrás de lo que sea. Tengo velocidad y explosividad a la hora de correr. Corro todo lo que puedo y hasta donde puedo", narra. Por el lado contrario, "he de mejorar la posición, sobre todo. Me pierdo mucho y no se colocarme. Antes de empezar, no sabía ni lo que era un extremo", analiza. La posición, "mi punto débil". ¿Puntería? Cuando se pone a ello, le sobra. Además del póker en Ávila, Maldonado, quien se disfraza a veces de ariete, suma un triplete ante el Parquesol a domicilio. Fuera de casa, Alba se lanza a la aventura.

Otro tren paró en su estación. El fútbol, que es caprichoso, le dio una segunda oportunidad a una Alba Maldonado más madura: "Nunca he jugado al fútbol. Es decir, jugué cuando tenía 10 años y lo dejé. Jugaba los últimos minutos…", apunta la charra, que se decantó por el judo. Maldonado sorprende en un San José muy marcial con el balón; si Milena Cruz, la central, practica taekwondo, a Alba se le da bien el judo. Tatami en San Juan.

El fútbol llamó a sus puertas. Las abrió de par en par. Sin apenas haber tocado un balón, Maldonado se ha adueñado de una parte del carril zurdo. "Al principio de la temporada, le sabía dar al balón y poco más. Ni contaba con quedarme en el primer equipo ni asentarme en la titularidad", desvela con honestidad. En la pretemporada veraniega, "me asusté bastante". Veía jugar a "Miriam y a Sofía" y esas muchachas le hacían reflexionar: "¡Madre mía! Tienen sólo 15 años y me dan mil vueltas", interiorizaba. Maldonado recogió su ficha. Se quedaba a bordo del primer equipo Sénior femenino en la historia de Soria, pues "como decía Puyol, si no es por huevos, es por calidad". Poco a poco, la salmantina ha recogido "sus frutos". Ahora es una fija para Sergio Paz, míster del CD San José.

Ascenso, la realidad en San Juan

Para Maldonado, "es un aspecto muy importante" que el San José haya apostado por el fútbol femenino. "Muchas chicas se van de Soria o no vienen por el hecho de que no hay fútbol femenino", resalta. Bien, el San José volatilizó esa problemática: "A la larga, esto va a ser un aspecto muy importante para Soria y la universidad", explica. Para fijar y asentar población, Maldonado formula el siguiente método, "igualdad y deporte". Si se "fomenta" el fútbol femenino, "podrá venir mucha más gente a estudiar, jugar y disfrutar".

Sobre la base –la cantera femenina que está constituyendo el San José–, "es muy importante que las niñas que quieran jugar tengan la oportunidad de desarrollarlo. De este modo, no se tendrán que marchar a jugar fuera", valora Maldonado.

"Hay un rendimiento alto y se lucha por los puestos de ascenso", presenta. Durante el paso fin de semana, pinchó el San Pío y eso le permite al San José seguir bailando una semana más en la segunda plaza (en posiciones directas de ascenso). Intentar ascender, la dulce realidad en Garray. "Nadie se lo imaginaba en los inicios de la temporada. Somos muy buenas técnicamente y nos faltaba conocernos colectivamente. Es grato ver cómo estamos luchando por subir a la siguiente categoría", destaca Maldonado, quien no se esconde y asegura que "desde la pretemporada, el objetivo es ascender. Es algo que todas queremos y con lo que soñamos".

Llegar llorando y marcharse con lágrimas en los ojos

Estudia Fisioterapia. Se graduará a finales de este ejercicio. Luego, "Dios dirá si me vuelvo a mi ciudad natal o me quedo un año más en el CD San José". A ella le gustaría seguir vinculada a la entidad colegial.

Antes de deshacer la maleta en Soria, donde “una llega llorando y se va llorando”, estuvo “toda la vida” en su Salamanca natal. Acabó en el Duero porque cerca del río Tormes no le alcanzaba la nota. Soria le agradece a Salamanca que esta sea tan severa a la hora de establecer las cribas académicas. "De momento, sí que me gustaría quedarme aquí. Todo se andará en junio", señala. Que se quede o no en Soria dependerá "del trabajo", de poder "abrir bandas en lo que me gusta: fútbol y fisioterapia deportiva". De momento, disfrútenla y abran a la banda, que desde ahí despega Maldonado.

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